Más de 30 muertos en una nueva jornada de violencia en Irak
Al menos 13 muertos en un enfrentamiento entre milicianos chiíes y tropas norteamericanas en Bagdad
La violencia no descansa en Irak, y hoy no ha sido una excepción. El balance provisional de víctimas de los diferentes atentados y ataques de la jornada se eleva a un total de 35. Bagdad ha sido el escenario de un enfrentamiento entre milicianos chiíes y soldados norteamericanos que, de momento, se ha saldado con 13 muertos, entre ellos un reportero gráfico iraquí de la agencia Reuters. El resto del país no ha vivido ajeno a la violencia. En Kerbala, Faluya y Trikrit, entre otros, se ha vuelto a llorar por nuevos muertos.
El enfrentamiento entre los milicianos chiíes y las tropas americanas se ha producido en el barrio de Al-Amin, al este de la capital iraquí, a donde habían acudido los soldados después de que se produjera la explosión de varios obuses de mortero. Al llegar, los milicianos, miembros del Ejército del Mahdi, cuyo líder es el clérigo radical chií Moqtada al-Sadr, han disparado a los soldados norteamericanos.
Médicos de dos hospitales de la zona han asegurado haber recibido los cuerpos de 13 personas muertas en el enfrentamiento. Entre las víctimas, el fotógrafo de Reuters Namur Noor-Eldin, de 22 años, y su chofer, de 40. Al parecer un obús o un misil han impactado contra el minibús en el que se desplazaban junto a varios iraquíes heridos en los combates. Varios testigos han explicado que un helicóptero norteamericano había disparado un misil contra el vehículo. Reuters, sin embargo, afirma que la explosión podría haber sido provocada por un obús de mortero como los que los milicianos tiran regularmente en la capital iraquí.
Atentados en el centro y el norte del país
La violencia ha afectado a otras zonas de Irak. En Kerbala, cuatro personas han muerto y otras dos han resultado heridas después de que unos hombres armados disparasen contra el vehículo en el que viajaban. Todas las víctimas pertenecían a la misma familia.
En Faluya, 69 kilómetros al oeste de Bagdad, un suicida se ha inmolado delante de un centro de reclutamiento de la Policía. Han muerto dos personas y otras ocho han resultado heridas.
El norte del país tampoco se ha librado de los atentados. Seis miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes han muerto tras ser tiroteados por un grupo de hombres armados en un puesto de control cercano a Tikrit. En la localidad de Tel Afar, en la provincia norteña de Nínive, cuatro personas han muerto y cinco han quedado heridas después de que un suicida haya detonado la carga explosiva que llevaba encima durante la celebración de una boda.
El Ejército norteamericanos ha informado de la muerte de cinco supuestos terroristas que esta mañana estaban intentando colocar varios artefactos explosivos en los bordes de una carretera, en Diwaniya. Fuentes militares han anunciado también hoy que ayer capturaron a dos presuntos miembros de Al Qaeda sospechosos de haber participado en el secuestro de tres soldados norteamericanos el mes de mayo pasado. Los secuestradores, miembros del Estado Islámico en Irak, una alianza de grupos suniíes apoyada por Al Qaeda, afirmaron a principios de junio que habían matado a los soldados. Finalmente, un soldado americano ha muerto en un ataque al este de Bagdad, lo que eleva a 3.612 la cifra de bajas norteamericanas desde el inicio de la invasión en marzo de 2003, según un recuento de la agencia France Press basado en cifras del Pentágono.
Ataque contra un jefe tribal opuesto a Al Qaeda
Faluya también fue el escenario de un atentado especialmente relevante en la noche de ayer. Al menos 21 personas murieron y otras 50 resultaron heridas después de que dos suicidas se inmolaran en la casa de un líder tribal contrario a Al Qaeda. El líder asesinado, el jeque Musen al Jalaf, había convocado una reunión con miembros de su tribu para instarles a que se inscribiesen en la Policía y el Ejército para combatir a la organización de Osama Bin Laden.
Este ataque es el segundo perpetrado por la insurgencia en menos de un mes contra jefes tribales contrarios a Al Qaeda. De hecho, las acciones conjuntas de los jefes tribales han logrado reducir los atentados terroristas en la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad, y ha obligado a los terroristas a refugiarse en otras provincias, como Diyala o Babel.
