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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un inspector y un agente de la policía de Guatemala, acusados de matar a 5 jóvenes

Interior anuncia firmeza contra los abusos y la corrupción en los cuerpos de seguridad

Un inspector y un agente de la policía guatemalteca fueron destituidos el martes por la noche y enviados a los tribunales de justicia, bajo los cargos de abuso de autoridad y ejecución extrajudicial, según confirmó el director de la institución, Julio Hernández Chávez. Los detenidos son el inspector Wilson Tobar Valenzuela, de 29 años, y el agente Sabino Ramos Ramírez, de 31, ambos con ocho años de servicio. Se les imputa la responsabilidad del asesinato de cinco jóvenes, el pasado viernes. Una de las víctimas había estado en prisión en 25 ocasiones.

La historia se remonta al viernes de la semana pasada, cuando cinco jóvenes que jugaban al fútbol en las calles del barrio capitalino de El Gallito, un centro de distribución de drogas y venta de armas a pesar de estar a 10 manzanas de la sede del Ministerio del Interior, fueron secuestrados por hombres armados.

Testigos del hecho dijeron que el automóvil de los agresores llevaba las siglas GAR, que corresponden al Grupo de Acción Rápida, un cuerpo de élite de la policía. Los familiares denunciaron lo ocurrido, que sirvió de punto de partida para las investigaciones.

De acuerdo con Hernández, el hecho de que todos los coches oficiales estén dotados de un sistema de rastreo por satélite (GPS, por sus siglas en inglés) permitió reconstruir el recorrido de la autopatrulla y confirmar que los agentes detenidos estuvieron en el lugar del secuestro a la hora en que éste se produjo y cómo se desplazaron hasta un suburbio de la ciudad, donde en la madrugada del martes fueron localizados los cuerpos, con señales de violencia, de los cinco jóvenes secuestrados, todos con antecedentes penales.

'Tolerancia cero'

"No vamos a permitir ninguna arbitrariedad ni procedimiento anómalo", dijo en conferencia de prensa Hernández Chávez, que enfatizó que las autoridades de Interior se mantienen firmes en su política de tolerancia cero a los abusos cometidos por la policía guatemalteca. A este respecto, el jefe policial señaló que, desde que Adela de Torrebiarte asumió el ministerio, el pasado 27 de marzo, 1.600 agentes han sido expulsados del cuerpo por faltas al servicio y que 200 más serán depurados en el transcurso de los próximos días. La policía está considerada como uno de los cuerpos más corruptos del Estado guatemalteco.

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El 19 de febrero, tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano y su chófer fueron asesinados en Guatemala. Los autores materiales del hecho fueron cuatro altos cargos de la División de Investigación Criminal de la policía, quienes a su vez también fueron asesinados en el interior de un calabozo de una prisión de alta seguridad, extremo que aún no ha sido aclarado y que costó el cargo al anterior ministro del Interior, Carlos Vielmann, y al entonces jefe de la policía, Erwin Sperisen.

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