Al menos 20 civiles mueren en un atentado en Sri Lanka contra un autobús
La explosión tiene lugar en Dambulla, a 150 kilómetros de la capital
Al menos 20 civiles han muerto hoy y 50 han resultado heridos por la explosión de una bomba colocada en un autobús estacionado en la localidad de Dambulla, en el centro de Sri Lanka y a 150 kilómetros al norte de la capital Colombo, según ha informado el Ministerio ceilanés de Defensa en un comunicado. Las autoridades señalan a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) como responsable del atentado.
El autobús había parado en su recorrido entre las localidades de Kandy y Anuradhapura y se encontraba en la estación de autobuses de Dambulla cuando el explosivo estalló. La mayoría de los pasajeros viajaba a Anuradhapura para asistir a una congregación de fieles.
Según una fuente del hospital de Dambulla , 38 personas han sido ingresadas en ese centro, y otros 28 han sido trasladados a otros centros de la región.
"Sospechamos que se trata de una obra de los LTTE", ha asegurado un policía local.
El atentado tiene lugar tan solo dos días antes de la celebración de los 60 años de independencia del país de Gran Bretaña.
En otro ataque contra civiles, unas 25 personas murieron el pasado 16 de enero por la explosión de una bomba dentro de un autobús de pasajeros en el sureste de la isla, que el Gobierno atribuyó a la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE). El martes pasado 17 personas murieron por la explosión de una mina al paso de otro autobús cuya detonación la guerrilla tamil atribuyó al Ejército de Sri Lanka, algo que las autoridades ceilaneses negaron rotundamente.
El LTTE tiene su base de operaciones en el norte y el este de la isla, donde la etnia tamil es mayoritaria, frente a la cingalesa, que domina en el resto del país.
Los combates entre el Ejército y los guerrilleros son constantes en el tercio meridional de la isla, donde las tropas ceilanesas intentan arrinconar al LTTE. La guerrilla tamil lucha desde hace más de dos décadas por conseguir un Estado independiente en las regiones del este y del norte del país, un conflicto que ha dejado entre 60.000 y 70.000 muertos.
