La ONU se retira de Eritrea y Etiopía sin cumplir su misión
La organización dice que ninguno de los dos países tiene voluntad para superar la disputa fronteriza
El Consejo de Seguridad de la ONU ha puesto fin hoy a la misión de paz en Eritrea y Etiopía, alegando falta de voluntad de los dos países para superar la disputa fronteriza que hace diez años los llevó a una guerra en la que murieron unas 100.000 personas.
"Ha sido imposible lograr el mandato", ha dicho hoy Jan Grauls, embajador ante Naciones Unidas de Bélgica, país que presentó la resolución. "Lo hemos intentado todo", ha agregado. Los 15 miembros del máximo órgano de la ONU votaron unánimemente a favor de la resolución, que ordena disolver la fuerza internacional de 1.700 hombres que ha vigilado durante siete años la frontera entre los dos países africanos.
Grauls recordó que los cascos azules tuvieron que retirarse en febrero de sus posiciones en Eritrea, independiente de Etiopía desde 1993, porque las autoridades locales se negaron a proporcionarles los suministros necesarios para realizar su misión. También resaltó la negativa del Gobierno etíope a acatar el fallo del Tribunal Internacional de La Haya, que concedió a Eritrea la disputada ciudad de Badme.
La resolución, que se hará efectiva el próximo jueves, deja abierta la posibilidad de que cascos azules regresen a la zona. En ese sentido, instruye al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a que explore con los dos países la posibilidad de volver a tener presencia en "un contexto de mantenimiento de la paz y la seguridad".
