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Reportaje:

La cara más humana de la crisis en Islandia

Un documental británico plasmará las historias del país nórdico no contadas en los medios - Los fondos que se recauden con la iniciativa se emplearán en aliviar algo la tasa de paro

"Islandia se encuentra en una situación desesperada. El país ha naufragado y la sociedad se derrumba. Los próximos dos años serán terribles". Estas palabras de la ex ministra de Exteriores islandesa, Ingibjörg Sólrún Gísladóttir, justo después de que el país nacionalizase en octubre sus principales bancos y se confirmase el fatal derrumbe de su sistema monetario, serán el punto de partida de un documental que dos británicos grabarán en los próximos meses. La cinta There & back again reflejará por primera vez, según sus impulsores, el impacto de la crisis sobre la sociedad islandesa con testimonios no recogidos en los medios. Además, la recaudación de la iniciativa se empleará en contratar a profesionales islandeses en paro.

Según Charlie Southall, director del documental de Dragonfly Productions, lo que se busca no es tanto plasmar cómo empezó todo, sino recopilar las situaciones de desesperación e impotencia que surgieron después. "Hasta Islandia llegan muchos periodistas interesados en escribir artículos centrados en las razones del crash, pero se olvidan del impacto humano y sus consecuencias. Nuestra película será muy diferente", dice el director, quien cree que la situación que vive el país nórdico es el mayor ejemplo "de lo que está pasando en todo el mundo", lo que explica el enfoque global que tendrá el documental.

Incluso antes de comenzar la filmación, la cinta, que sus creadores esperan poder estrenar en otoño, ya trata de romper moldes. Los productores han creado un grupo en Facebook que en sólo dos semanas cuenta con más de 400 miembros y han lanzado una web (en inglés) para pedir todo tipo de apoyo y ayuda , desde realizadores, cámaras y publicistas, hasta donaciones y testimonios. A través de ella desean además recaudar fondos para contratar a un grupo de periodistas islandeses en paro. Según Southall, están pensando en dar trabajo al equipo de un programa de televisión, Kompás, que la cadena Stöd 2 canceló a principios de año.

"Gente de todo el mundo nos está ofreciendo desde información hasta su propio tiempo. Nos han propuesto incluso trabajar gratis en la grabación", comenta Southall, todavía impactado por las "fascinantes historias" que le llegan a diario. Cuenta, por ejemplo, la de una señora de 60 años cuyas deudas se han doblado en pocas semanas. "Nos dice que los jóvenes de 30 ó 40 años pueden empezar de cero, pero que ella ya no es capaz. Dice que no quiere ni imaginarse lo que vendrá después".

"Una raza fuerte"

La cinta, que se grabará casi enteramente en Islandia, intercalará imágenes de archivo de las reacciones tras el derrumbe con las de géiseres y volcanes, "para recordar a los espectadores que este país está todavía formándose". No faltarán tampoco las alusiones a la era de la colonización vikinga de la isla. En opinión de Southall, "los islandeses son una raza muy fuerte y no creo que quieran verse reflejados como desesperados porque de hecho no se ven a sí mismos así en absoluto. Son gente con muchos recursos".

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Al director de There & back again le sorprende también el sentimiento de culpa de estos ciudadanos, "a pesar de no haber tenido que ver con ello". "Sé por ejemplo que muchos islandeses están preocupados y un tanto avergonzados del dinero de varias asociaciones benéficas británicas perdido en el caos financiero", agrega Southall, que se confiesa además profundamente dolorido por la decisión del primer ministro británico, Gordon Brown, de congelar, apelando a las leyes antiterroristas, los activos en el Reino Unido del banco islandés Landsbanki (en concreto, de su filial Icesave), que entró en quiebra. "Yo sí que me sentí avergonzado", reconoce.

El próximo 25 de abril, los islandeses votarán por un nuevo Gobierno que sea capaz de redirigir el país hacia la prosperidad económica y social que tenía antes de que se nacionalizasen sus principales bancos -el último, el Straumur-Burdarás, esta misma semana-. "Ahora se están recuperando, y el nuevo Ejecutivo a la vista hace que emerja una energía positiva y la idea de que, aunque una puerta se haya cerrado, otra se ha abierto", señala el director de la película.

Imagen de una protesta ciudadana en Reikiavik en noviembre del año pasado.
Imagen de una protesta ciudadana en Reikiavik en noviembre del año pasado.AFP

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