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El Gobierno iraní detiene a un destacado líder reformista

Isa Saharkhiz, periodista y colaborador del candidato Karrubí, acusó al ayatolá Ali Jameneí de dar "un golpe de Estado" en las elecciones presidenciales

El Gobierno iraní continúa deteniendo a figuras críticas con las recientes elecciones. El último caso conocido es del Isa Saharkhiz, editor, periodista y comprometido con el movimiento pro reforma, según ha denunciado su hijo, Mahdi Saharkhiz, en una carta abierta al reelegido presidente Mahmud Ahmadineyad.

Según Mahdi, agentes de la policía secreta irrumpieron en el domicilio donde se encontraba su padre en la madrugada del sábado y se lo llevaron sin darle más explicaciones. Durante las pasadas elecciones, Saharkhiz, de 50 años, colaboró en la campaña de Mehdi Karrubí. Su extensa agenda de contactos entre los periodistas ayudó sin duda a organizar los desayunos de trabajo y conferencias de prensa del candidato reformista.

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Una vez que estallaron las protestas por un resultado que los opositores calificaron de fraudulento Saharkhiz sabía que estaba en el punto de mira. Sus conversaciones telefónicas se volvieron más parcas y su habitual disposición a ponerte en contacto con quien hiciera falta se evaporó. Tenía prohibido salir fuera de Irán y sabía que corría el riesgo de de ser detenido por sus actividades políticas y por criticar al régimen.

Acusaciones a Jameneí

En su último artículo, publicado en el periódico digital Norooz, Saharkhiz acusaba al líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí, de haber dado un golpe de Estado para cambiar el resultado de las elecciones presidenciales. "El Estado no puede durar mucho apoyándose sobre la represión y militarización del país", advertía con el estilo directo que le caracteriza y que ahora hace temer a sus amigos sirva para convertirle en chivo expiatorio.

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"Hace dos semanas entraron en nuestra casa. Amenazaron con echar la puerta abajo, así que mi hermana les dejó entrar. Revolvieron las pertenencias de mi padre y se llevaron su ordenador y material de la campaña electoral. Desde entonces se encontraba escondido, pero le encontraron. Uno de sus amigos nos llamó para decirnos que lo habían detenido", relató Mahdi a la periodista Lara Satrakian, desde Nueva York, donde reside.

Como la mayoría de los detenidos desde las elecciones, Saharkhiz tiene un currículo revolucionario intachable. Perdió un hermano durante la guerra con Irak (1980-1988) y todos los periodistas recuerdan su etapa como Director General de Prensa durante la presidencia de Mohamed Jatamí.

"Los medios locales disfrutaron de una libertad sin precedentes hasta entonces", recuerda un periodista iraní que ahora vive fuera de su país. Duró poco. Las autoridades fueron cerrando poco a poco todos los periódicos que él dirigió o en los que colaboró como columnista. No desistió. A pesar de su encarcelamiento en 2006, siguió escribiendo en la prensa digital. Es uno de los miembros fundadores del Comité para la Defensa de la Prensa.

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