_
_
_
_
_

Asesinada una activista que investigaba abusos en Chechenia

La rusa Natalia Estemirova colaboraba con la ONG Memorial e investigaba los secuestros de la guerra chechena

Natalia Estemírova, jefa de la filial de la organización Memorial de Chechenia, fue brutalmente asesinada este martes tras haber sido secuestrada por la mañana al salir de su casa de Grozni. Con su muerte desaparece de Chechenia la más importante fuente de información independiente sobre los abusos, tropelías y crímenes que comete con total impunidad el el régimen de Ramzán Kadírov en aquella república caucásica.

"Los únicos que tenían interés en matarla son Kadírov y los bandidos que lo rodean", dijo Svetlana Gánnushkina, miembro de Memorial y presidenta de la organización Ayuda Cívica, que la víspera estuvo trabajando junto con Estemírova en Grozni. "Estamos ante un régimen de delincuentes que son encubiertos por Moscú. Debemos proteger a nuestra gente", manifestó Gánnushkina. "Natalia tenía miedo, pero se arriesgaba y estaba investigando secuestros, incendios punitivos provocados y ejecuciones sin juicio", señaló.

Más información
Ingushetia, el lugar más violento del Cáucaso
La creciente impunidad rusa para matar e intimidar a periodistas
Los activistas humanitarios acusan al presidente checheno del asesinato de Estemírova

Últimas denuncias

Este mes, Estemírova había acusado a las fuerzas de seguridad de Chechenia de varios asesinatos. En un caso, los agentes irrumpieron de madrugada en el domicilio de Madina Iunúsova, una joven de 20 años casada con un checheno "exterminado" en una operación policial, y encerraron a sus padres y sus dos hermanas pequeñas en el cuarto de calderas, tras lo cual rociaron con gasolina la casa y le prendieron fuego. Unos vecinos salvaron a las víctimas de las llamas. Al día siguiente, los uniformados entregaron el cadáver de Madina a sus parientes y ordenaron enterrarlo discretamente. Antes, Iunúsova fue descubierta?herida de gravedad y aislada por agentes policiales- en una clínica de Grozni.

En el otro caso, ocurrido el 7 de julio, el checheno Rizván Albékov y su hijo Aziz fueron secuestrados por la policía y unas horas después Rizván fue conducido al pueblo de Aujkinchu-Borzoi y ametrallado en un "castigo ejemplar". Frente a un grupo de jóvenes, los secuestradores hicieron salir del coche a Rizván y le preguntaron si había ayudado a los guerrilleros y cuando el hombre contestó negativamente, lo ametrallaron. Después, amenazaron con hacer lo mismo con todos los que ayudaran a los guerrilleros.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El cadáver de Estemírova fue encontrado el martes por la tarde cerca del pueblo de Gazi-Yurt, en la república de Ingushetia, con heridas de bala en la cabeza y en el pecho. Antes de que sus raptores se la llevaran en un coche, Estemírova consiguió gritar pidiendo auxilio. La víspera de su muerte, Natalia acompañó a Gánnushkina, cuando ésta intentaba en vano visitar en Grozni a Masjud Abduláev, uno de los seis estudiantes chechenos recientemente deportados a Rusia desde Egipto. Masjud es hijo del comandante guerrillero Supián Abduláev y los defensores de derechos humanos creen que Kadírov lo utiliza para presionar a su padre.

Natalia Estemírova, una maestra rusa de 50 años, era una inestimable fuente de información de las violaciones de derechos humanos en Chechenia, tanto durante la guerra como después. Fue la primera galardonada con el premio Anna Politkovskaia en 2007 y se había enfrentado reiteradamente a Kadírov, que la expulsó de un consejo asesor por negarse a cubrirse la cabeza, una norma anticonstitucional que el líder checheno ha convertido en obligatoria.

En diciembre pasado, Estemírova contaba a esta corresponsal cómo Kadírov había intentado amedrentarla en una cita privada en abril de 2008. "Fue un encuentro alucinante y Kadírov me pareció un verdadero idiota, pero no consiguió asustarme", dijo la activista. Estemírova había denunciado los asesinatos de mujeres y estaba especialmente preocupada por la indefensión de las jóvenes ante Kadírov y sus hombres semianalfabetos curtidos en la lucha contra todos los que se oponen a sus caprichos. "Aquí hay horribles burdeles donde tienen a chicas para los soldados y eso sucede porque las mujeres están en una situación muy dependiente en este régimen que aplasta la dignidad humana", decía. "Nadie puede expresar aquí una opinión diferente a la de Kadírov. Han conseguido establecer la dictadura. La justicia y los órganos de orden público están impregnados de arbitrariedad. Cualquier funcionario se siente como un dragón que puede hacer lo que quiera con la gente. Y tenemos un gran dragón y muchos pequeños dragones", afirmaba. Estemírova deja una hija de 15 años, que en 2008 por razones de seguridad envió a estudiar fuera de la república caucásica.

Estemírova afirmaba que en Chechenia la situación ha empeorado y hay más desapariciones desde que fue abolido el régimen contraterrorista. La agencia informativa Kavkaz Uzel calcula en 35 el número de secuestrados durante el primer semestre de 2009. En 2008 los secuestros fueron 42.

Natalia Estemirova en una fotografía de archivo en Grozni, capital de Chechenia.
Natalia Estemirova en una fotografía de archivo en Grozni, capital de Chechenia.FRANCE PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_