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Lula reclama "un nuevo mundo" con más poder para los países en desarrollo

El presidente brasileño critica a las naciones ricas por no emprender la reforma del FMI y el Banco Mundial

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó hoy en la Asamblea General de la ONU que los países pobres y en desarrollo aumenten su poder en las instituciones multilaterales, para hacerlas más democráticas y adaptarlas al mundo actual. "Un nuevo mundo es un imperativo político y moral", afirmó. "Sólo unas agencias internacionales más democráticas y representativas serán capaces de abordar problemas complejos, como son la reorganización del sistema monetario internacional", defendió en su discurso.

El presidente brasileño subrayó también que el Consejo de Seguridad, el principal órgano de decisión de Naciones Unidas y en el que Brasil reclama un asiento permanente, no puede seguir funcionando bajo la misma estructura impuesta tras la Segunda Guerra Mundial. En relación a la crisis que estalló hace un año en Estados Unidos y se contagió por todo el mundo, Lula la definió como "más que una crisis de grandes bancos, una crisis de dogmas".

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El control de la crisis y el cambio del curso de la economía mundial "no puede dejarse sólo en manos de unos pocos. Los países desarrollados" y las agencias multilaterales que controlan, "han sido incapaces de frenar la catástrofe y mucho menos de prevenirla", subrayó. También afirmó que los mercados escasamente regulados y los "dogmas económicos" han sido los causantes de esta crisis. Doce meses después, dijo, "observamos algunos progresos, pero persisten muchas dudas" y abogó por confrontar las graves distorsiones de la economía global en el área multilateral.

El dirigente brasileño, que abrió el debate de la Asamblea, hizo un duro reproche a los países ricos por no emprender la reforma de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial y por la parálisis de las negociaciones de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial. Sesenta y cinco años después, dijo, el mundo no puede estar sujeto a las mismas reglas y valores que prevalecieron en la Conferencia de Bretton Woods. Lula señaló que su país se dirige hacia ese mundo multipolar, pero al mismo tiempo basado en experiencias regionales de integración, como Unasur.

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Por otra parte, el presidente brasileño reclamó el "inmediato" regreso al poder del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, y pidió a la comunidad internacional que permanezca "alerta para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil" en Tegucigalpa.

Lula reclamó más "voluntad política" para afrontar situaciones que conspiran contra la paz, el desarrollo y la democracia, y citó el golpe de Estado del 28 de junio pasado en Honduras, cuyo presidente, dijo, tiene "refugio garantizado" en la embajada brasileña. También llamó a acabar con el embargo a Cuba y afrontar la amenaza del cambio climático. "Es necesario construir un nuevo orden internacional que sea sostenible, multilateral y menos asimétrico, libre de hegemonías y regido por instituciones democráticas", concluyó.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio  Lula da Silva, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.AFP

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