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La capital mexicana aprueba el matrimonio homosexual

Ciudad de México legaliza las uniones y la adopción a personas de mismo sexo

A contrapelo de la ofensiva conservadora que vivió México durante todo 2009, cuando incluso los priistas se han plegado a la agenda antiabortista de la derecha, la capital del país dio ayer un nuevo paso para consolidarse como el territorio progresista mexicano. Por 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que despertó la euforia de unos, y el enojo de otros.

Lo aprobado en la jornada legislativa de ayer superó las expectativas de todos, pues el dictamen original, convenido en comisiones la semana pasada, contenía un "candado", un corchete legal que impediría a esas parejas adoptar. Pero en una maniobra de último minuto, que desarmó la oposición de la derecha, los diputados perredistas llevaron la iniciativa a los términos que más satisfacían a quienes promovieron esta legislación: todos los derechos, ninguna limitante.

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"Que viva México libre, México diverso y laico", dijo en la tribuna ayer el asambleísta David Razú, principal promotor de la iniciativa cuando ya la balanza se había inclinado a su favor. El festejo en la histórica sede del congreso local capitalino no se hizo esperar. Decenas de miembros de la comunidad LGTB, ahí reunidos, estallaron en aplausos.

Portavoces del Partido Acción Nacional, tanto a nivel capitalino como federal, ya han anunciado que recurrirán la aprobación ante autoridades como el jefe de Gobierno de la Ciudad, Marcelo Ebrard (PRD) e incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Los panistas alegan que se está engañando a la opinión pública porque faltarían otras modificaciones legales de corte federal, fuera del ámbito de la asamblea capitalina, para que se conviertan en realidad beneficios de seguridad social para las potenciales nuevas parejas. Pero también argumentaron que se pone en riesgo "la institución del matrimonio".

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Al mediodía de ayer, primero por los medios electrónicos, pero sobre todo por redes sociales como Twitter, viajó a toda velocidad lo que realmente fue la sorpresa de la jornada parlamentaria: en una votación de último momento, la Asamblea quitó el candado antiadopción. Sin embargo, los votos para esta modificación fueron más equilibrados, reflejando lo que ya varias encuestas habían permitido conocer. Mientras que la sociedad capitalina estaba dividida en cuanto a las uniones del mismo sexo, permitir a estas parejas adoptar era rechazado en mayor proporción por los consultados.

Si como es previsible Marcelo Ebrard hace publicar la ley recién aprobada, y de no haber mayor obstáculo, las primeras bodas podrían celebrarse tan pronto como febrero, es decir cuando transcurran los cuarenta días que establece la norma para estos procedimientos.

Con esta aprobación cierra prácticamente su primer periodo legislatura local, andando sobre los pasos de la anterior, también dominada por los diputados del izquierdista Partido de la Revolución Democrática. La antecesora aprobó tres polémicas iniciativas a lo largo del periodo 2006-2009: hizo legal el aborto hasta la semana doce del embarazo, aprobó el régimen de sociedades de convivencia e impuso una estricta ley que prohíbe fumar en lugares públicos como restaurantes, cantinas y bares. En el Distrito Federal está permitida además la eutanasia pasiva.

La que es la quinta legislatura de esta capital había empezado ya con el pie derecho su historia. Apenas dos semanas después de instalarse, en septiembre pasado, logró sacar por consenso el nombramiento del ombudsman local, Luis González Placencia, identificado con una agenda progresista. En contraste con el ámbito federal, donde apenas unas semanas después, el Senado no se pudo poner de acuerdo en un candidato de consenso y eligieron a uno que ha sido visto como el continuismo de un equipo cuestionado.

Mientras esto pasa en la capital, en 2009 en todo México un total de 18 legislaturas de las 32 entidades que conforman la República Mexicana, endurecieron las penas por el aborto, algo que ha sido visto como una reacción a la política favorable al respecto que priva en la Ciudad de México. Las reformas antiaborto no hubieran pasado sin el aval de los diputados del Partido Revolucionario Institucional, lo que le ha valido críticas a su presidenta nacional Beatriz Paredes.

REUTERS

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