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Timoshenko promete que Ucrania será miembro de la UE en cinco años

Yúshenko acusa de actividades delictivas a la primera ministra de Ucrania en el cierre de campaña

La primera ministra de Ucrania, la populista Yulia Timoshenko, ha tratado hoy de ganarse el apoyo de sus sufridos conciudadanos en las presidenciales del domingo con sensacionales promesas, entre ellas la de lograr en cinco años el ingreso en la Unión Europea (UE), la independencia energética y el mejor sistema sanitario de Europa del Este. Timoshenko, que compite con el jefe de la oposición, Víctor Yanukóvich, y el actual presidente, Víctor Yúshenko, se ha inspirado en el estilo espectacular del líder de Rusia, Vladimir Putin, para el acto culminante de su campaña, una maratoniana sesión comunicativa en la que ha respondido a las preguntas de periodistas reunidos en un amplio recinto ferial y a las que - para su lucimiento-, le han formulado en conexión directa interlocutores preparados en lugares emblemáticos, desde la ópera de Lviv en el Oeste, a las minas de Donbás, en el Este.

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Timoshenko se ha pronunciado por las relaciones pragmáticas y de buena vecindad con Rusia y dejó abierto el camino a la OTAN a largo plazo. De pie sobre unos altísimos tacones, Timoshenko ha arengado a todos apasionada y teatralmente durante tres horas. Las encuestas pronostican que pasará a la segunda vuelta electoral para batirse en ella con Yanukóvich, el favorito de la campaña, en la que concurren 18 candidatos. Pero la posición de finalista de Timoshenko está amenazada por el vertiginoso ascenso de Serguéi Tigipko, un ex ministro de finanzas de discurso factual y lacónico que, al igual que ella, procede de Dnepropetrovsk.

"No se trata del gorro que robó Yanukovich"

La Juana de Arco de la política ucraniana ha arremetido contra Yanukóvich, al que ha considerado como el representante del régimen de oligarcas con el que ella dice querer acabar en nombre de la "democracia europea solidaria". También ha denunciado supuestos intentos de falsificar las elecciones mediante las votaciones a domicilio, una práctica que permite llevar las urnas a casa de quienes se ven imposibilitados de desplazarse.

A pesar de que los candidatos tienen representantes en los colegios electorales que se controlan los unos a los otros y de los centenares de observadores internacionales, el miedo a las falsificaciones ha revivido en Ucrania, lo que puede atribuirse a una psicosis preelectoral o al arraigo de viejos males que parecían superados después de la Revolución Naranja, en 2004, cuando la segunda vuelta electoral fue anulada en vista de sus muchas irregularidades.

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Timoshenko ha igualado a Yanukóvich y a Yúshenko, su antiguo aliado de la Revolución Naranja, al referirse al "nepotismo" de ambos políticos que promocionan a sus parientes en las instituciones. Yanukóvich tiene un hijo diputado en la Rada Suprema (el parlamento) y Yúshenko, un hermano también diputado y un sobrino que ya es vicegobernador de la región de Járkov. Timoshenko ha recordado que Yanukóvich fue encarcelado en su juventud (por robar un gorro y por una pelea), pero ella misma no quedó por encima de las miserias que atribuía a sus rivales.

Desde la región de Kiev, donde hacía campaña, Yúshenko la ha acusado de actividades delictivas. "Los investigadores demostraron que Yulia Timoshenko dio muchas veces grandes sobornos", ha dicho el presidente, para añadir que estos sobornos se los habría dado al ex primer ministro Pavlo Lazarenko por su ayuda en el trabajo de la compañía "Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania" (SEUU). Yúshenko ha dicho que los más de 2.000 millones de dólares ganados por SEUU gracias al gas se había transferido a la isla de Nauru, un paraíso fiscal en el Pacífico. Además se ha referido a otra transferencia de más de 401 millones de dólares a otro banco en el paraíso fiscal de la isla de Man. "No se trata del gorro que robó Yanukovich", ha insistido. Timoshenko ha dejado sin respuesta la pregunta clave, a saber, por qué nombró a Timoshenko primera ministra si creía tales cosas sobre ella. El espectáculo de los "naranja" a la greña es realmente lamentable.

La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, durante su rueda de prensa en Kiev.
La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, durante su rueda de prensa en Kiev.EFE

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