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Cinco pueblos de Portugal piden usar un hospital de Vigo

Los alcaldes esgrimen un acuerdo bilateral sobre cooperación sanitaria

Los alcaldes de cinco municipios portugueses próximos a la frontera con Galicia reclaman que sus ciudadanos puedan ser atendidos en el hospital Meixoeiro de Vigo, como parte de la cooperación transfronteriza en materia de salud. La petición se produce en plena protesta de las banderas españolas, que tiene lugar en la localidad de Valença tras el cierre del servicio nocturno de urgencias del ambulatorio local. Esta es una de las conclusiones de la última reunión de la Unimiño, que agrupa a los municipios de Valença, Vila Nova, Paredes de Coura, Monção y Melgaço y otros 16 de la provincia de Pontevedra.

Rui Solheiro, alcalde de Melgaço y presidente de la Asociación de Municipios Vale do Minho, explicó ayer que "el hospital de Vigo está a 10 o 15 minutos de la frontera", más cerca que el hospital de Viana do Castelo, lo que justificaría que el centro vigués fuera la referencia hospitalaria para los cinco municipios portugueses, que suman 61.000 habitantes. Los ediles pretenden la aplicación del acuerdo sobre cooperación sanitaria transfronteriza firmado en la última cumbre hispano-portuguesa celebrada en Zamora, y que se publicó en el Diario da República el pasado 19 de marzo. El compromiso adquirido por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro José Sócrates señala como principal objetivo reforzar la cooperación sanitaria entre los dos países a través del acceso a la asistencia y a los servicios móviles de urgencia, y garantizar la continuidad de la cobertura de los cuidados médicos de la población de las zonas fronterizas.

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Solheiro señaló que los alcaldes portugueses y españoles de los municipios fronterizos acordaron encargar a la Universidad do Minho, en Braga, las bases de un concurso público entre cinco universidades de España y Portugal para la elaboración de un estudio sobre la relación de los equipamientos médicos de los dos países, a partir del cual se presentará una propuesta de unidad transfronteriza de salud entre Galicia y Portugal. Solheiro se ha comprometido a defender dicha propuesta ante los respectivos ministros de Sanidad.

El presidente de la mancomunidad de municipios, que evitó pronunciarse sobre el uso de las banderas españolas en la protesta de los vecinos de Valença, subrayó "la proximidad muy grande" entre los centros urbanos a ambos lados del Miño, y la necesidad de "trabajar más por la cooperación en esta nueva Europa sin fronteras. Los portugueses y españoles estuvimos muchos años con las fronteras cerradas y viviendo de espaldas unos con otros". Quien sí ha opinado sobre la colocación de banderas españoles en balcones y centros comerciales de Valença y en las marchas diarias de protesta ha sido el alcalde de aquella localidad fronteriza, Jorge Mendes, que ha calificado de "acto antipatriótico" el uso de la enseña española. Los valencianos esgrimen que enarbolan la rojigualda no por falta de patriotismo sino en agradecimiento a unas declaraciones del alcalde gallego de la vecina Tui, que ofreció los servicios de urgencia de su municipio a los pacientes de Valença.

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