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Bélgica se encamina hacia unos comicios anticipados

Leterme dimite como jefe de su partido y pasa el testigo a la actual presidenta

La crisis gubernamental belga ha entrado hoy en formato preelectoral con la renuncia del primer ministro en funciones, Yves Leterme , a encabezar el partido democristiano flamenco y la entrega del relevo a la presidenta de la formación, Marianne Thyssen. La fecha electoral (6 ó 13 de junio, según los analistas belgas) está pendiente de la disolución del Parlamento, en cuya cámara baja se vivirá mañana una nueva jornada de alta tensión política, al tiempo que el Gabinete prepara la cita electoral.

Leterme ganó arrolladoramente en las elecciones de 2007 con la promesa de sacar delante una reforma constitucional que diera nuevas competencias al autogobierno de Flandes y la idea de que con "cinco minutos de valor" se resolvía un intratable conflicto político sobre una circunscripción electoral que cubre Bruselas y su entorno. No ha conseguido ni lo uno ni lo otro. En el entretanto tuvo que dejar la jefatura del Gobierno en 2008, aunque volvió a ella a finales de 2009, cuando el entonces primer ministro, Herman Van Rompuy, aceptó convertirse en el primer presidente del Consejo Europeo.

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Thyssen, de 53 años, más moderada que Leterme en la forma, asume el liderazgo democristiano flamenco con el objetivo de recuperar el electorado perdido por la polarización política del país. De revertir la tendencia y ganar en Flandes, Thyssen podría convertirse en la primera mujer que rige un Gobierno belga. "No queremos el fin de Bélgica, sino una reforma profunda", ha declarado. "No somos un partido que quiera el caos".

Hacia el caos político se dirige Bélgica, agudizado ahora el tradicional enfrentamiento entre flamencos neerlandófonos y valones francófonos por las tensiones entre los propios flamencos, con nuevos agentes jugando a la radicalización. La situación es tal que hasta los especialistas discrepan sobre la constitucionalidad de las inminentes elecciones.

El país no quiere ni necesita nuevos comicios, forzados por la matemática parlamentaria y el abandono del Gobierno de un partido liberal flamenco que pedía el imposible de resolver sin dilaciones el conflicto entorno a Bruselas.

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EFE

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