_
_
_
_
_

La policía boliviana cree que el 'narco' está tras el linchamiento de cuatro agentes

Las comunidades indígenas entregan los cuerpos 12 días después del suceso

Las comunidades indígenas del norte de Potosí entregaron el viernes los cuerpos de cuatro policías linchados hace 12 días en un confuso hecho, en el que se han encontrado indicios de una explosiva combinación de narcotráfico y contrabando, de acuerdo con investigaciones preliminares.

Las autoridades indígenas de cuatro ayllus (comunidades) diseminados alrededor del pueblo de Uncía, en la provincia de Bustillos, al norte de Potosí, resolvieron entregar los cuerpos de los policías después de lograr el compromiso firmado de los familiares desistiendo de cualquier acción legal que pueda identificar a los promotores de las presuntas torturas y la muerte de los policías.

Hasta ahora, se ha establecido que los policías Miguel Ramos, Néstor Alcocer, Rubén Cruz y Esteban Alave, de la unidad de Prevención de Vehículos Robados, fueron capturados la noche del 20 de mayo en las cercanías de los ayllus, cuando seguían la pista de un automóvil sustraído. Los indígenas los detuvieron acusándolos de haber asesinado a un taxista dos días antes y de extorsión. Después los torturaron y al día siguiente acabaron con sus vidas, según versiones que no han sido aún confirmadas por las autoridades. La autopsia permitirá obtener mayores detalles de las causas de la muerte.

Los familiares de las víctimas efectuaron una dramática peregrinación ante el Gobierno y los medios de comunicación para conseguir la entrega de los cuerpos de sus seres queridos, hasta designar como su mediador al vicario episcopal del norte de Potosí, William Ugarte, quien, junto al fiscal Sandro Fuertes, logró convencer a los indígenas.

Hasta entonces, ni las gestiones de dos ministros ni las demandas del Defensor del Pueblo lograron que las autoridades indígenas entregaran los cuerpos. Tampoco sirvió la petición del presidente, Evo Morales, quién afirmó que los indígenas habían sido utilizados por contrabandistas.

El flamante gobernador del departamento, Félix Gonzalez, afirmó, en declaraciones a la cadena de radio Erbol, que cuenta con informaciones sobre los contactos entre "contrabandistas y organizaciones sociales que les brindan protección". Entretanto, las autoridades policiales sospechan que el asesinato de los agentes está relacionado con un acto de venganza ante el descubrimiento de laboratorios de droga en el norte potosino.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

González señaló que las bandas armadas de contrabandistas encontraron una ruta ideal por los empobrecidos y desiertos territorios de Potosí para introducir caravanas de vehículos indocumentados y, vía Chuquisaca, llegar a poblados de Paraguay.

El máximo dirigente de las comunidades indígenas, Santos Poma, pidió, por su parte, que las autoridades policiales les informen de quién dio la orden para que estos policías del departamento de Oruro entraran en el norte de Potosí, con qué fines y qué es lo que estaban haciendo en el momento de su captura.

Los indígenas del norte de Potosí, en las regiones de extrema pobreza del país, viven de una agricultura de subsistencia, con viviendas precarias y escaso acceso a los servicios básicos. Los ayllus son celosos guardianes de sus costumbres y sus autoridades suelen aplicar la justicia comunitaria, que no incluye la pena de muerte.

Este sangriento suceso, en el que está implicada la cuestión territorial indígena y la aplicación de su propio sistema de justicia, va a derivar en un conflicto de competencias con las leyes nacionales, según adelantan analistas políticos y expertos en justicia indígena, que también han alertado sobre la acción e influencia de bandas de contrabandistas y de narcotraficantes en el despoblado territorio del norte potosino.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_