_
_
_
_
_
Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Protagonistas y testigos

Días atrás, su majestad la reina Sofía realizaba un viaje que la llevó a Colombia y Ecuador para visitar algunos de los proyectos que allí se desarrollan financiados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El próximo 15 de junio se celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, y salga quien salga elegido, su alteza real el príncipe Felipe asistirá a la toma de posesión del nuevo presidente.

Por otra parte, ya se han puesto en marcha los mecanismos para la organización de la XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que este año tendrá lugar en Paraguay los días 28 y 29 de octubre, y en la que se debatirá sobre un tema central: Transformación del Estado para el Desarrollo, y a la que seguramente asistirá su majestad el rey Juan Carlos, como ha sucedido desde la primera de aquellas cumbres en 1991.

Son notas de la agenda iberoamericana de este año, que denotan el importante papel que juega la Casa Real española en las relaciones entre España y América Latina.

En este artículo pretendemos rememorar en qué momento surge esa pasión de la democracia española por América Latina.

El 20 de noviembre de 1975 muere Franco y dos días después, Juan Carlos I es proclamado jefe del Estado de acuerdo con una vieja Ley de Sucesión. A mediados de diciembre, bajo la presidencia de Carlos Arias Navarro, comienza su andadura el primer Gobierno de la Monarquía restaurada, del que forman parte personalidades, algunos de los cuales serán considerados hombres del Rey, que en su mayor parte jugarán un importante papel en la política y la economía españolas en los años siguientes; muchos de ellos comienzan a tomar posiciones para desmontar el régimen franquista mediante reformas internas todavía dentro del marco de las leyes del Movimiento.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En sus intervenciones públicas, Juan Carlos I utiliza un lenguaje todavía impregnado del pasado, pero en el que quedan reflejadas las dificultades del presente y en el que se anuncia un futuro nuevo. Es plenamente consciente de que comienza una nueva etapa, en la que España desea mantener las relaciones más estrechas con todos los países para alcanzar la paz y el mejor entendimiento entre todas las naciones.

Y en esos momentos difíciles, inquietantes y de transición, América Latina está presente en el discurso de Juan Carlos I. En la recepción al cuerpo diplomático del 12 de enero de 1976, la primera ocasión que como Rey se dirige a los diplomáticos acreditados en España, afirma: "El pueblo español es universal por naturaleza y por vocación, y uno de sus legítimos orgullos es ser a su vez raíz de un gran conjunto de pueblos hispanoamericanos, a los que quiero dedicar un familiar saludo. España no se concibe encerrada en sí misma, sino abierta a los cuatro puntos cardinales, en dinámico impulso de participación en la construcción de un futuro mejor no sólo para nosotros, sino para toda la humanidad".

Y cierra las palabras dirigidas a los diplomáticos: "(...) la Monarquía española hará de la paz interior e internacional y de la cooperación entre los pueblos objetivo primordial de sus esfuerzos".

El 4 de mayo de 1976 aparece otro testigo y protagonista de la vida española, el diario EL PAÍS, fundado por José Ortega Spottorno y dirigido por Juan Luis Cebrián, con una clara vocación por la democracia, que le convertirá en los años siguientes en el periódico de la España democrática.

En su primer mes de existencia, sus páginas reflejan la incertidumbre con que se vive, a través de las noticias, los editoriales y la opinión, "el laberinto español", la "España en la encrucijada": las huelgas y los conflictos laborales, la reforma y la libertad sindical, la reorganización de la patronal o los escándalos empresariales como el de Sofico; los movimientos y las actividades de los partidos políticos todavía en la clandestinidad o los enfrentamientos entre facciones como los que ocurrieron en Montejurra; las reformas políticas, las nuevas leyes, la necesidad de transformar las Cortes o el sufragio universal; el terrorismo y los atentados contra las librerías; las actividades y viajes del Rey, la Ley de Sucesión o las funciones del jefe del Estado; las regiones, las autonomías o el federalismo y los problemas vasco y catalán; el monopolio del patriotismo y los ataques del bunker al Gobierno; la situación del Ejército y los movimientos de los militares; las alternativas democráticas y no democráticas; los que entran y los que salen de la cárcel y la necesidad de una amnistía; la subida del precio de los alimentos; las asociaciones de vecinos; la Iglesia y sus giros a la derecha y el Palmar de Troya; la situación de la Universidad; la función crítica de la prensa; en fin, la necesidad de un pacto nacional. Y como telón de fondo, los artículos sobre la Guerra Civil escritos por Gerald Brenan.

También reflejan sus páginas lo que está pasando en el mundo. Especial significado tiene la información y el debate sobre el nuevo orden económico mundial, el conflicto del Sáhara, las condiciones para la integración de España en la OTAN y la política de Portugal ?que ya estaba transitando hacia la democracia? y sus relaciones con España. Y dos asuntos parecen ser muy determinantes: el debate sobre el tratado España-EE UU, acordado recientemente, y el debate sobre las condiciones que la Europa comunitaria pone a España para pertenecer a la misma. De hecho, personalidades políticas europeas, como Willy Brandt, o instituciones, como el Parlamento Europeo, piden abiertamente el restablecimiento de las libertades en España, y de forma concreta, la libertad política y sindical y una amnistía.

Por lo que se refiere a Latinoamérica destacan noticas y debates sobre las dictaduras chilena, argentina y uruguaya, sobre la guerrilla colombiana, sobre la recesión económica en la región, sobre la economía del petróleo en Venezuela y sobre la revolución cubana. Se habla también de los exiliados españoles en América Latina o de la reunión de dirigentes socialistas, que se celebra en Caracas, a la que asisten Felipe González y Raúl Morodo.

Mientras, el americanismo español, en lo que a la historia de las ideas se refiere, deja atrás los discursos de la hispanidad. Obras que se han editado en los últimos años, de autores como José Luis Abellán, José María Jover, Pedro Laín Entralgo, Vicente Llorens, Roberto Mesa o Enrique Tierno Galván, entre otros, plantean nuestra relación con América Latina con una cierta objetividad.

El día 24 de mayo, EL PAÍS se hace eco del anuncio de José María de Areilza del primer viaje oficial de los Reyes al extranjero, que visitarían días después República Dominicana y EE UU. Es la primera vez en la historia que un rey de España visita las tierras americanas.

En definitiva, en los primeros meses de 1976 comienzan a perfilarse los objetivos primordiales de una política exterior distinta, y entre ellos la apertura y la cooperación y la familiaridad con América Latina, pero también se advierte que las prioridades reales son Europa y Estados Unidos. Así comenzaba la pasión de la democracia española por América Latina.

Tomás Mallo es presidente del Consejo Español de Estudios Iberoamericanos (CEEIB).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_