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Sandra Torres no se rinde

La exesposa del mandatario de Guatemala recurre al Constitucional para salvar su candidatura a la presidencia

"Yo no soy esposa de nadie". "No tengo ningún parentesco con el presidente de la República". "Soy una madre soltera con cuatro hijos". Con lágrimas en los ojos, Sandra Torres, casada hasta el 7 de abril con Álvaro Colom, presidente de Guatemala, pidió ayer al Tribunal Constitucional que le permita participar como candidata en las elecciones presidenciales de septiembre, posibilidad vetada hasta ahora por dos fallos judiciales.

Es el último recurso que le queda a Torres. Previamente, el Tribunal Electoral y la Corte Suprema de Justicia sentenciaron que tal pretensión atenta contra la Constitución de Guatemala, que prohíbe aspirar a la primera magistratura del país a los parientes por consanguinidad o afinidad del mandatario en ejercicio. Es más, ambos tribunales señalaron que el divorcio Colom-Torres constituye un "fraude de ley", en la medida que la anulación matrimonial solo pretende burlar la prohibición que pesa sobre la aspiración presidencial de la ex primera dama.

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Torres llegó al Constitucional con 45 minutos de antelación. Como corresponde a un acto "espontáneo" pero minuciosamente preparado, fue recibida en loor de multitudes por sus simpatizantes, muchos de los cuales montan guardia frente a la sede del tribunal desde el último domingo. La aspirante se dio un baño de masas antes de ingresar a la sala, saludando a la gente y comiendo, incluso, un plato típico que le fue ofrecido en medio de gritos de apoyo.

En su alegato frente a los magistrados, Torres insistió en descalificar al Supremo y el Tribunal Electoral, que "están al servicio de un poder económico que no paga ni ha pagado impuestos, pero que impone gobernantes al pueblo". Además, añadió, la acusación de fraude de ley es "improcedente" porque nunca fue "citada, oída y vencida en juicio". La ex primera dama argumentó que prohibir su candidatura "destruye la aspiración de una elección libre y democrática", en la medida que se elimina a la persona por la que se inclinan un millón de guatemaltecos, "por cuyo clamor" aceptó la candidatura del partido oficial.

Torres va segunda en los sondeos de intención de voto, muy por detrás del favorito, el conservador Otto Pérez Molina.

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Adela Camacho, también candidata y una de las personas que con más vehemencia se han opuesto a las aspiraciones de Torres, dijo confiar en los magistrados del Constitucional y argumentó que un fallo en contra de lo ya dispuesto por el Supremo y el Tribunal Electoral sería una "reforma de facto" a la Constitución. Los magistrados disponen de cinco días para pronunciarse en un fallo ya inapelable.

Sandra Torres, en un foro económico en Guatemala.
Sandra Torres, en un foro económico en Guatemala.SAÚL MARTÍNEZ (EFE)

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