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Sarkozy y Mohamed VI inauguran en Tánger el arranque del AVE marroquí

Un tren de alta velocidad enlazará el norte de Marruecos con Casablanca a partir de 2015

Sarkozy junto a Mohamed VI, en Tánger.
Sarkozy junto a Mohamed VI, en Tánger.PHILIPPE WOJAZER (REUTERS)

Marruecos no compró a Francia, en 2007, sus cazabombaderos Rafale -optó por adquirir F-16 a EE UU- pero va a ser el primer país árabe en construir un tren de alta velocidad que será 100% francés. Esa es la compensación que el Mohamed VI ofreció hace cuatro años, en Marraquech, al presidente francés Nicolas Sarkozy tras renunciar a los Rafale.

Sarkozy ha viajado hoy a Tánger para inaugurar, con el rey Mohamed VI, los trabajos de construcción de la versión marroquí del AVE en la estación de la ciudad del Estrecho. De paso brindó un nuevo espaldarazo político al monarca al alabar las reformas que puso en marcha en primavera. “Marruecos se moderniza bajo la impulsión de su rey”, declaró. “Los franceses deben saber que este tren marroquí es empleo para los franceses”.

Sakozy da un espaldarazo a las reformas del monarca alauí

Dentro de cuatro años los trenes fabricados por Alstom, con hasta 533 pasajeros a bordo, recorrerán los 350 kilómetros entre Tánger y Casablanca en 2h.10 en lugar de las casi cinco horas que invierten ahora. Alcanzarán una velocidad punta de 320 kilómetros. Marruecos va a consagrar al proyecto 3.000 millones de euros obtenidos, en parte, gracias a créditos preferentes franceses (920 millones de euros) y de las monarquías del Golfo (750 millones).

Francia solicitó además la financiación, con 400 millones de euros, del Banco Europeo de Inversiones, pero Alemania lo vetó en noviembre alegando que los contratos habían sido otorgados a dedo y no a través de una licitación internacional a la que, por ejemplo, Siemens hubiese podido presentarse. Pese a que Renfe o ADIF tampoco pudieron concursar, el Gobierno español instruyó a su representante en el BEI, Magdalena Álvarez, para que votase a favor. Aún así no prosperó.

Proyecto político

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“Es un proyecto político y no económico”, asegura Tufic Buachrine, director del diario Akhbar el Youm de Casablanca. Los críticos marroquíes señalan que hubiera sido preferible y más barato ampliar y mejorar la actual red ferroviaria muy insuficiente y que será difícil rentabilizar un medio de transporte mucho más caro para el viajero que el autobús interurbano.

“Es un escándalo en las actuales condiciones de Marruecos”, añade el economista Fuad Abdelmuni. Para intentar acallar las protestas sociales el Gobierno ha subido los sueldos y las pensiones más bajas incrementando así hasta un 6% el déficit presupuestario. Para amortiguar además la subida de precios el Ejecutivo dedica en 2011 el 20% de los presupuestos del Estado a subvencionar la gasolina, el gasóleo y algunos productos básicos (trigo, harina).

El profesor de la Escuela de Negocios de Oxford, Abdel Attou, sostiene, sin embargo, que al apostar por la alta velocidad Marruecos “envía un mensaje al mundo sobre su empeño en modernizarse” que llamará la atención y puede atraer más inversión. Cree que a medio o largo plazo Rabat se verá exonerado por las monarquías del Golfo de pagar los créditos contraídos para financiar el tren.

El Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por las seis monarquías de la región, está justamente estudiando un plan económico para ayudar a Marruecos. En la última cumbre del G8 Sarkozy ya logró que Marruecos fuera incluido entre los cuatro países árabes que están llevando a cabo una transición y pudiese beneficiarse de las ayudas (28.000 millones de euros) que esa institución está poniendo a su disposición. El 1 de julio los marroquíes aprobaron una nueva Constitución que recorta en cierta medida los poderes del rey. Las próximas elecciones legislativas se celebrarán el 25 de noviembre.

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