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La muerte de un testigo de crímenes de guerra eleva la tensión en torno a Kosovo

La ONU pide una mejor protección de las personas que participan en los procesos Agim Zogaj estuvo a las órdenes del hoy parlamentario Fatmir Limaj en la guerra Nuevos enfrentamientos entre serbios y kosovares en Mitrovica

Fatmir Limaj, en el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia, en 2003.
Fatmir Limaj, en el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia, en 2003.DUSAN VRANIC (AFP)

El Alto Comisariado de la ONU para los derechos humanos ha pedido hoy una mejor protección para los testigos que participan en un proceso por crímenes de guerra en Kosovo. El miércoles fue hallado muerto uno de estos testigos. Agim Zogaj, conocido como el testigo X en un caso que implica a un parlamentario del partido en el Gobierno en la provincia, fue encontrado sin vida en un parque de Duisburgo, Alemania. El caso coincide con nuevas tensiones entre Serbia y su antigua provincia de Kosovo, a la que no reconoce como país independiente, y con enfrentamientos en la última semana en la frontera serbokosovar.

“Las autoridades alemanas están investigando las circunstancias de la muerte [de Zogaj]”, indicó un portavoz de la misión europea en el país (EULEX). Los primeros datos apuntaban al suicidio del testigo. Aunque la investigación no se da por concluida. “No hay datos que indiquen otra cosa”, dijo un portavoz de la policía alemana a Reuters.

Por parte de la ONU, un portavoz del Alto Comisariado dijo que “aunque las razones exactas son difíciles de concretar en torno a este aparente suicidio, este caso refuerza nuestra preocupación sobre la protección de los testigos en Kosovo”. Zogaj había sido enviado a vivir a Alemania precisamente por su condición de testigo protegido. “Lanzamos una petición para que haya un sistema de protección de testigos y víctimas dentro de Kosovo”, dijo el portavoz.

El caso que contaba con el testimonio de Zogaj afectaba al parlamentario Fatmir Limaj, que junto con otras nueve personas está acusado de participar en asesinatos, torturas y violaciones de derechos humanos de prisioneros albanokosovares y serbios durante la guerra de secesión de Kosovo entre 1998 y 1999. El testigo era soldado a las órdenes del acusado en el centro de detención de Klecka. Su identidad era secreta dentro del proceso.

Limaj, que hoy es aliado del primer ministro Hashim Thaci, cometió supuestamente estos crímenes cuando era un líder del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), las fuerzas que lucharon contra los serbios. Limaj se encuentra en arresto domiciliario desde la semana pasada.

La tensión entre serbios y kosovares ha dado lugar a nuevos episodios de violencia en los últimos días. El pasado martes se registraron enfrentamientos cerca del paso fronterizo de Jarinje, en la ciudad de Mitrovica, entre soldados de la fuerza internacional KFOR y cientos de serbios que trataban de impedir que los soldados permitieran el paso de los kosovares por una ruta utilizada por ellos. La represión de las protestas dejó cuatro soldados heridos y una quincena de manifestantes. La OTAN acusó en un comunicado a los extremistas serbios de provocar el altercado.

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La tensión ha sido patente en los días siguientes, con los habitantes serbios de Mitrovica construyendo barricadas y bloqueando rutas para impedir los movimientos de los soldados de KFOR. Los enfrentamientos frenaron una nueva ronda de diálogo entre las partes prevista en Bruselas para esta semana, después de que la delegación serbia exigiera un debate previo sobre estos sucesos.

La guerra de secesión de Kosovo, una provincia de profundo valor sentimental e histórico para los serbios, se libró entre 1998 y 1999 ante la negativa de Serbia a reconocer su independencia, como ya había sucedido primero con Bosnia y después con Croacia. Más de 10.000 civiles fueron asesinados, la gran mayoría albaneses de Kosovo, y unas 800.000 personas fueron desplazadas. La guerra en el corazón de Europa provocó en 1999 el bombardeo de Belgrado, capital de Serbia, por aviones de la OTAN. Fue la primera intervención armada de la OTAN contra un país. Kosovo no declaró formalmente su independencia de Serbia hasta 2008. Estados Unidos y unos 80 países lo reconocen como país, pero no España.

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