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“Nos han detenido por estar en el parque”

El valenciano Óscar Martínez relata el desalojo policial de los indignados ayer en Bruselas

Los indignados anoche en Bruselas, frente a un grupo de policías.
Los indignados anoche en Bruselas, frente a un grupo de policías.

El valenciano Óscar Martínez es uno de las decenas de españoles que viajaron más de 1.200 kilómetros durante cerca de ocho semanas para llevar las exigencias del movimiento 15M a Bruselas. “Soy músico y productor, la gente se cree que no tenemos cosas qué hacer, pero por el contrario, formamos un movimiento que intenta informar a la gente sin ningún propósito de provocación”, relata por teléfono desde Bélgica.

Martínez estuvo ayer en el parque Elisabeth, donde 48 manifestantes fueron detenidos por desobedecer la orden de desalojar el sitio en el que pensaban acampar en su primera jornada en la capital europea. Habían llegado a Bruselas hacia las 19 horas, procedentes de Madrid, Barcelona y Toulouse. Los tres grupos se habían reunido en París. “Somos un movimiento completamente pacífico. Yo he dejado de hacer cosas para estar aquí. Piensan que no hacemos nada, pero es que realmente hemos viajado porque queremos cambiar las cosas”, comenta.

Yo he dejado de hacer cosas para estar aquí"

El grupo había sido recibido inicialmente por una mujer policía que les había dado la bienvenida a Bélgica. “Ella vio las tiendas de campaña”, asegura. Horas después, llegaron policías “con porras, escudos y perros” para desalojar a los indignados. A las 22 horas les dijeron que se fueran pues hacían mucho ruido. “Entonces nos quedamos callados por un momento, se echaron para atrás pero luego comenzaron a cargar a la gente que estaba sentada”, comenta. “Nos acusan de que provocamos pero no es así. Somos un movimiento completamente pacífico. Nos han detenido por estar en el parque y nos han echado a los perros encima”.

Los detenidos fueron liberados tras 12 horas de arresto por una sanción administrativa de carácter leve. Los indignados están ahora en un edificio universitario abandonado pero dotado de los servicios básicos, donde pasarán una semana y donde han convocado una serie de actividades para difundir el mensaje del movimiento. “Donde nadie nos ve”, se queja Martínez. “Si hemos venido aquí es para informar a la gente; el parque tiene más visibilidad, aunque ahí pasemos frío y lluvia”, concluye.

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