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Un alemán en paro quema más de 100 coches de lujo "por resentimiento"

La policía alemana detiene a un hombre que causó casi 70 incendios

La policía berlinesa arrestó el domingo a un hombre de 27 años que confesó haber quemado más de 100 coches en casi 70 incendios. Según las investigaciones, el detenido actuó por “resentimiento social”. Se trata de un alemán sin empleo y con problemas para pagar sus deudas llamado André H. Según declaró, prendía fuego a automóviles de gama media o alta, sobre todo de las marcas Audi, BMW y Mercedes. Según dijeron los policías, André H. declaró: “mi vida es un asco y ellos lo tienen todo mientras yo no tengo nada”. Estas declaraciones plantean la duda de si se trató de ataques con motivación política o de simples actos violentos motivadas por la envidia social. Los agentes sospechan que el detenido puede haber provocado todavía más fuegos de los que confesó. No hay evidencias de cómplices ni de que pertenezca a banda alguna.

Pero tampoco hay duda de que el detenido no es el único autor de la larga sucesión de incendios automovilísticos registrados en los más de 4.000 kilómetros de calles berlinesas donde se puede estacionar. Solo en 2011, la serie supera ya los 470 coches achicharrados. Horas después de la detención ardía otro vehículo en la capital alemana. Según creen las fuerzas de seguridad, es plausible que se trate de imitadores. Sin embargo, el jefe de la Policía Criminal (LKA) de Berlín, Christian Steiof, reconoció el domingo que “es seguro que este asunto nos va a seguir teniendo ocupados”. 625 vehículos se han visto afectados este año por incendios provocados. Más de 250 ataques, según la policía, podrían tener trasfondo político.

La serie incendiaria ha provocado cierta alarma entre los habitantes de la ciudad. La quema de coches parecía este verano haberse convertido en una peculiaridad más de las movidas noches berlinesas. Pese a su evidente peligrosidad, ninguno de estos centenares de fuegos ha provocado aún daños personales. Los ataques alcanzaron protagonismo en la campaña electoral de septiembre. En agosto, una serie de más de ocho incendios consecutivos disparó un debate sobre la seguridad ciudadana, que la oposición de democristianos (CDU) y liberales (FDP) trató de capitalizar en los comicios.

El alcalde-gobernador del land Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit (SPD), decidió entonces reforzar los controles callejeros aumentando el número de agentes y pidiendo ayuda a la Policía Federal (Bundespolizei). El dispositivo de vigilancia incluía un helicóptero nocturno bastante molesto para los habitantes de los barrios más afectados este año: Charlottenburg, Spandau y Mitte. Tampoco se libraron los que intentaban dormir en Kreuzberg, que en años anteriores había sido escenario de series incendiarias parecidas a la de 2011. En 2009 ardieron en Berlín 320 coches. En 2010 fueron 221. Wowereit ha ganado las elecciones y seguirá gobernando de todos modos.

Para quemar un automóvil solamente hacen falta un mechero y tabletas de las que se usan para prender el carbón de las barbacoas. La lentitud del fuego permite al pirómano alejarse antes de que llame la atención de los policías o de otros viandantes. Dado que los fuegos ponen en peligro vidas humanas y pueden extenderse a edificios habitados, el parado André H. enfrenta una condena de hasta cinco años de cárcel.

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