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TERREMOTO EN TURQUÍA

Turquía acepta ayuda extranjera ante la magnitud de la catástrofe en el sudeste

El número de víctimas mortales del seísmo asciende a 596

Socorristas turcos intentan rescatar supervivientes entre los cascotes en Ercis.
Socorristas turcos intentan rescatar supervivientes entre los cascotes en Ercis.UMIT BEKTAS (REUTERS)

El Gobierno turco ha decidido dar marcha atrás y aceptar la ayuda internacional para las víctimas del terremoto que el domingo afectó al sureste. Pero con condiciones, ya que,  a pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, la descoordinación ha afectado a  las labores de rescate. Ankara solo ha solicitado finalmente ayuda económica y material. Los numerosos equipos de rescate internacionales, entre ellos la ONG Intervención Ayuda y Emergencias (IAE) de Algemesí (Valencia), que el martes llegó a Turquía para participar en las tareas de salvamento, siguen sin poder acceder a la zona. El balance oficial de muertos ha ascendido este domingo a 596.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha admitido que “en las primeras 24 horas hubo carencias en el operativo de rescate”. Sin embargo, Turquía mantiene su negativa a dejar entrar a los equipos de rescate a la zona, ya que, según el viceprimer ministro, Bülent Arinç, “si aceptásemos las ofertas de ayuda —de casi 50 países— esto se convertiría en un lío enorme”. Lo que Arinç no parece saber es que el desorden lleva reinando desde el primer momento en la región. Los socorristas turcos no son capaces de mantener fuera de las zonas en ruinas a los vecinos, que se afanan en ayudar pero hacen peligrar la vida de los que todavía se encuentran bajo los escombros y retrasan las labores de búsqueda.

Los equipos de Israel, un país con el que Turquía mantiene tensas relaciones, fueron los primeros en ver su entrada denegada. El martes, un equipo de 11 bomberos y cinco perros españoles volvió a España tras ser retenido en el aeropuerto de Ankara.

Muchos achacan la negativa turca al orgulloso primer ministro, que el martes declaró sentirse “feliz” ante las enormes muestras de solidaridad de los turcos. Turquía ha movilizado a 550 equipos de rescate en la zona y ha recaudado 75 millones de liras (unos 30 millones de euros) en donaciones. Pero la magnitud de la catástrofe, que se ha cobrado ya la vida de cerca de 500 personas, hace que los esfuerzos movilizados en el país sean insuficientes.

Según un comunicado del Ministerio turco de Asuntos Exteriores, el Gobierno ya ha contactado con todos los países que habían ofrecido ayuda y les ha solicitado material de emergencia, entre el que se incluye tiendas de campaña, casas prefabricadas y contenedores. España ha respondido positivamente a la llamada del Gobierno turco. Francia, por su parte, anunció hoy el envío de un avión con ayuda humanitaria. El destino serán Van y Ercis, las dos ciudades más afectadas por el terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter y donde los vecinos se quejan de la falta de tiendas de campañas, estufas y comida.

España ha respondido positivamente a la llamada del Gobierno turco. Francia anuncia el envío de un avión con ayuda humanitaria.
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Este lunes, los habitantes de Ercis, entraban en los supermercados derruidos y arrasaban con la comida, que consumían en el momento. Ayer, tras dos días a la intemperie y ante la descoordinación en la asistencia, no era raro ver a grupos de hombres saquear los camiones con material de ayuda, e incluso revendiendo las tiendas de campaña de la Media Luna Roja a los que se han quedado sin hogar.

Las autoridades provinciales aseguran que se ha empezado a registrar la identidad de las víctimas del terremoto por su DNI, “algo imposible en las primeras horas, hasta que se pudo alcanzar una mínima coordinación”, explica un miembro de uno de los equipos de rescate. Las autoridades aseguran que la distribución será, a partir de ahora, ordenada.

Mientras, la búsqueda de supervivientes continúa. Ayer, tres personas fueron rescatadas con vida. La última de ellas fue Gozde Bahar, una profesora de 27 años, que los equipos de emergencia lograron sacar de los escombros, donde llevaba 67 horas atrapada.

El milagroso rescate de un bebé de 14 días ha conmovido a todo el país el martes. Azra ha sido rescatado con vida la mañana del martes en la ciudad de Ercis, y se ha convertido en la esperanza de todo un pueblo. La imagen de la pequeña entre los brazos de una socorrista se retransmite cada hora en los telediarios de Turquía. El país vive pendiente de las buenas noticias que llegan a cuentagotas, desde que el terremoto devastara la provincia de Van, en la frontera con Irán.

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