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Miles de ciudadanos abandonan Bangkok ante el riesgo de nuevas inundaciones

La primera ministra del país, Yingluck Shinawatra, alerta de que "todas las áreas de la capital son vulnerables a la inundación"

Las riadas asolan la ciudad de Bangkok, en Tailandia
Las riadas asolan la ciudad de Bangkok, en TailandiaPORNCHAI KITTIWONGSAKUL (AFP)

El nerviosismo crece en Bangkok ante las peores inundaciones que sufre el país desde hace medio siglo. Ya se cuentan por miles los ciudadanos que han decidido abandonar la capital ante los malos augurios provenientes del Ejecutivo tailandés. La primera ministra, Yingluck Shinawatra, ha advertido que existe una probabilidad del 50% de que las aguas se desborden y alcancen el centro de la capital. Ha asegurado que es posible que las barreras y los diques no puedan contener la riada procedente del norte del país. “Confío en un 50% en que la zona central de Bangkok no resulte completamente inundada”, ha comunicado, informa France Presse. Ayer dijo que era “altamente probable” que las aguas llegaran a estos barrios. El Gobierno calcula que el desastre restará un punto porcentual al crecimiento del producto interior bruto (PIB) este año.

La situación se verá agravada por la marea alta que el próximo fin de semana se prevé que remonte desde el Golfo de Tailandia por el principal río de la ciudad, el Chao Phraya, que ya se encuentra en niveles críticos. El Gobierno ha advertido a quienes residen a lo largo de sus orillas que estén “totalmente en alerta” porque el agua alcanzó el lunes pasado una altura récord de 2,3 metros, y podría llegar a 2,6 metros el fin de semana. La altura media de los muros de contención es de 2,5 metros. El peligro de que se produzcan desbordamientos es especialmente elevado en caso de que llueva cuando suba la marea.

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Yingluck ha afirmado que “en el peor escenario”, partes de la capital quedarían sumergidas bajo “más de un metro de agua”, y ha dicho que “inicialmente, las inundaciones en Bangkok durarían entre dos semanas y un mes antes de que el agua se vaciara completamente en el mar”. Sin embargo, ha insistido en que no se registrarán inundaciones de dos y tres metros de altura que permanezcan dos o tres meses como ha ocurrido en otras provincias. Los expertos aseguran que la suerte de la ciudad depende de cómo resistan los muros y los diques. Afirman que si todas las barreras se rompen, toda la capital resultaría en mayor o menor medida cubierta por las aguas.

La ansiedad y el temor a que se desencadene una gran catástrofe en Bangkok ha llevado a muchos tailandeses a hacer acopio de alimentos y agua embotellada, que comienzan a escasear en los supermercados. Algunos comercios han empezado a racionar las ventas a los clientes, limitándolas en algunos casos a un paquete de arroz y una bandeja de huevos. Las autoridades decretaron ayer cinco días de vacaciones –del 27 al 31 de octubre- en Bangkok y otras 20 provincias afectadas por el desastre, para permitir a la población que se prepare ante la riada o se vaya de la ciudad. Muchos han levantado muros de protección con sacos terreros ante sus viviendas. Otros han huido de la capital.

El Gobierno ha ordenado también el cierre hasta el 1 de noviembre del aeropuerto de Don Muang -el segundo de Bangkok-, que es utilizado habitualmente para vuelos domésticos, después de que las aguas llegaran a sus instalaciones. El aeropuerto internacional de Suvarnabhumi -el principal de la ciudad- ha escapado hasta ahora a la catástrofe y funciona con normalidad. La crisis ha estado sembrada de información contradictoria entre el Gobierno nacional y las autoridades municipales, que pertenecen a un partido rival al de Yingluck. La actual primera ministra, de 44 años y sin experiencia política, accedió al cargo en agosto pasado, gracias, según aseguran sus críticos, a que es hermana del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, un político muy popular entre las clases más desfavorecidas, que fue depuesto en un golpe militar hace cinco años.

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Evacuada la cárcel de máxima seguridad

Toyota y otros fabricantes automovilísticos, y empresas de electrónica como las también japonesas Sony, Canon y Toshiba, han visto su producción interrumpida por el desastre. La industria del turismo, que supone alrededor del 6% del PIB de Tailandia, ha resultado muy afectada. El Ministerio de Turismo estima que el número de llegadas caerá entre 500.000 y un millón por debajo del objetivo de 19 millones para este año.

Es difícil cuantificar el impacto que tendrá la catástrofe sobre la economía, pero el Gobierno ha rebajado este mes la previsión del crecimiento del PIB para 2011 del 4,1%, al 3,1%. El Ministerio de Finanzas ha sido más pesimista y vaticina un aumento del 2%. El 41% del PIB de Tailandia se genera en esta metrópolis de 12 millones de almas. El Gobierno anunció el martes pasado un presupuesto de 325.000 millones de baht (7.580 millones de euros) para labores de reconstrucción y ayuda, especialmente a pequeñas y medianas empresas, y pequeños comerciantes.

El desastre provocado por las lluvias del monzón, especialmente intensas este año, ha causado más de 370 muertos desde mediados de julio, y ha dejado temporalmente sin trabajo a 650.000 personas. Más de 113.000 están viviendo en refugios temporales.

La amenaza de las aguas ha obligado hoy a evacuar a 600 presos -entre ellos, algunos condenados a muerte- de la cárcel de Bang Kwang. El penal, más conocido como el Hilton de Bangkok, se encuentra en la ribera del Chao Phraya. Las autoridades dieron orden de que se abrieran la mayoría de las compuertas de los canales de Bangkok la semana pasada; una operación destinada a rebajar la presión sobre los muros de defensa del norte de la ciudad y desviar el agua por el este y el oeste hasta el mar, pero de alto riesgo, ya que ha incrementado la posibilidad de que se inunde el centro.

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