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Miles de indignados bloquean el puerto estadounidense de Oakland

El muelle es el quinto más importante del país Los acampados han decidido apoyar a las personas desahuciadas

Carmen Pérez-Lanzac
La manifestación ha obligado a parar las operaciones.
La manifestación ha obligado a parar las operaciones.ROBERT GALBRAITH (REUTERS)

Miles de personas acudieron ayer a la “huelga general” convocada por los acampados y simpatizantes de Occupy Oakland, el brazo fuerte del movimiento en la costa oeste de EE UU. La policía calcula que más de 7.000 manifestantes han ocupado el puerto de la ciudad (el quinto más importante del país). La ciudad al otro lado de la bahía de San Francisco es uno de los bastiones más a la izquierda del país y ha acogido con ganas este movimiento. Desde que el pasado 10 de octubre los primeros indignados plantaran sus tiendas frente al ayuntamiento de Oakland, la acampada ha seguido creciendo. “La experiencia del movimiento en Nueva York nos ha inspirado una forma de expresión, pero el sentimiento que nos une ya estaba aquí”, dice Laura Long, de 28 años, miembro de la comisión de comunicación de los acampados y empleada de una consultora de medioambiente. El sentimiento al que se refiere es la sensación de que la política se ha entregado a los poderes económicos y ha dejado de lado al 99% de la población que no es rico, de ahí el lema que con más fuerza ha prendido de este lado del Atlántico: “somos el 99%”.

Uno de los manifestantes durante las protestas.
Uno de los manifestantes durante las protestas.J. Chiu (AP)

La violenta intervención policial del pasado 25 de octubre, cuando como ya ha pasado en otras ciudades la alcaldesa Jean Quan ordenó levantar la acampada por motivos de higiene, le ha dado fuerza al movimiento. Miles de personas han visto el vídeo (http://www.youtube.com/watch?v=zEj_4fqDbnM) en el que se aprecia cómo el joven veterano de la guerra de Irak Scott Olsen (24 años) es golpeado en la cabeza por una lata de espray de gases lacrimógenos y por proyectiles de goma. Olsen queda tumbado en el suelo y en el vídeo también se ve cómo la policía sigue disparando proyectiles a quienes acuden en su ayuda. El marine está en estado grave, con el cráneo fracturado. El incidente ha supuesto un fuerte varapalo para Quan, y en general los políticos de San Francisco (que están en plena campaña, la semana que viene hay elecciones locales) han lanzado numerosos guiños a los manifestantes. “Yo les apoyo”, decía ayer David Chiu, uno de los moderados que opta al ayuntamiento. “Han aumentado las desigualdades en este país y hay que escucharles”.

Además de Olsen, los acampados de Oakland tienen un segundo referente: Oscar Grant, el joven afroamericano fríamente asesinado por un policía en 2009 en el metro de la ciudad (vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=8Tmh9B8LVxM&feature=fvst ), y han rebautizado la plaza del ayuntamiento Oscar Grant Plaza. Ayer, antes de que los manifestantes ocuparan el puerto, esta plaza era un jolgorio de gente de todas las razas y sensibilidades que acudieron a esta suerte de huelga general, un modo de protesta con contenido simbólico, pues justo Oakland acogió una gran huelga general, inusuales en Estados Unidos, en 1946. Muchas tiendas de la zona estaban ayer cerradas y con los siguientes carteles: “Estamos cerrados por la huelga general convocada por Occupy Oakland” (unos 40 de un total de 325 trabajadores del puerto no fueron ayer a trabajar, así como 300 de los 2.000 profesores de la zona, según The New York Times). El lema de la convocatoria, ‘Tax the rich’ (cobren impuestos a los ricos), se repetía en cientos de carteles.

Entre los asistentes había padres con sus hijos, parados, representantes de los universitarios (fuertemente endeudados para pagar sus estudios pero con dificultades para encontrar un trabajo que les permita saldar sus créditos), admiradores de los pantera negra (movimiento afroamericano que se fundó en Oakland), médicos con carteles a favor de un sistema de salud para todos, jóvenes con caretas de los activistas cibernéticos Anonymus o con pegatinas de apoyo a Bradley Manning (el soldado que permanece en la cárcel por filtrar documentos secretos a Wikileaks). Los acampados, que al igual que los españoles reciben comida gratis de los comercios de la zona, han tenido también muy buena acogida entre los amantes de la comida ecológica, y numerosas empresas de productos biológicos (como Farm to table o Food first) les han dado alimentos. También había un grupo de una cincuenta personas sentados formando un círculo y meditando en apoyo a la jornada de protesta, que también ha sido secundada con marchas solidarias en Nueva York, Philadelphia o Boston.

Como ha sucedido en España, los acampados de Oakland han decidido (tras consensuarlo en su correspondiente asamblea general) brindar su apoyo a las personas desahuciadas o a punto de serlo, aunque todavía tienen que concretar cómo piensan hacerlo (se calcula que una de cuatro personas va a perder su casa en la zona). Ayer, entre los manifestantes había decenas de afectados, como Michelle Donaghan, de 53 años y madre de un adolescente, que ya ha recibido la orden de desahucio: “Pero no pienso marcharme”, dice. “Mucha gente me apoya y si hace falta ocuparé mi casa”.

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Aunque la mayoría de la jornada transcurrió con tranquilidad, hacia el final de la tarde un grupo de 70 personas, ataviadas de negro y encapuchados, causaron daños en algunos edificios.

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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