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Un fuerte terremoto sacude de nuevo el este de Turquía

El seísmo, se ceba con Van, donde hace dos semanas, otro mató a más de 600 personas Los equipos de rescate hallan siete cadáveres bajo los escombros

Un hombre herido recibe ayuda tras el terremoto de Van, al este de Turquía.
Un hombre herido recibe ayuda tras el terremoto de Van, al este de Turquía.ANADOLU AGENCY (REUTERS)

Un nuevo terremoto de magnitud 5,6 ha azotado esta noche la provincia de Van, donde hace tres semanas, un fuerte seísmo de 7,2 causó la muerte a más de 600 personas. El epicentro del temblor se ha situado en Edremit, a 15 kilómetros de la ciudad de Van, la capital administrativa de la provincia homónima. Una veintena de edificios, dañados por las réplicas de las últimas semanas, se habrían venido abajo, entre ellos un hotel donde se hospedaban periodistas y trabajadores de los servicios de emergencia. Los servicios de rescate han recuperado al menos siete cadáveres.

El hotel Bayram, de cinco pisos, era usado por los miembros de la prensa desplazados a la zona para cubrir el terremoto del 23 de octubre. El inmueble, de 40 años, se encontraba en el centro de la ciudad, muy cerca de varios edificios derrumbados. Según comenta el fotógrafo uruguayo Leandro Banchero, que se hospedó en el hotel dos días después del primer seísmo, “el inmueble no tenía grietas, ni vidrios rotos, a simple vista parecía no haber sufrido daños” .

“Todos los hoteles en Van estaban ocupados, así que paré en ese porque era el único en el que había plazas. Había mucha prensa extranjera, también japoneses. Pensé que ellos sabrían donde meterse, así que decidí quedarme” rememora Banchero, que asegura haberse sentido seguro entre sus paredes. “El edificio vibraba con las réplicas. Pero al fin y al cabo, si un planta nuclear se colapsa en Japón, ¿cómo no se van a caer los edificios de Van con tan malas estructuras?” asevera.

El hotel Bayram, de cinco pisos, era usado por los miembros de la prensa desplazados a la zona

El estado de los edificios

Las mala situación de los inmuebles ha sido la causa esgrimida por el Ejecutivo turco para el alto número de derrumbes en la zona, unos 2.000. Un equipo de arquitectos desplazados al lugar explicó a los medios turcos que las estructuras de los edificios eran precarias y en muchos casos los muros de hormigón habían sido rellenados por dentro con arena para abaratar los costes. En otro caso citado por la prensa, el dueño de un café había sacado un pilar para aumentar el espacio en su establecimiento.

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Después del primer terremoto, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió acabar con todas las construcciones que no fueran antisísmicas. De llevar a cabo su plan, Erdogan tendría que destruir casi nueve millones de inmuebles. Turquía es un país que descansa entre dos placas tectónicas y donde los temblores son muy habituales. En 1999 un terremoto de 6,8 mató a más de 18.000 personas en el oeste de Turquía.

Debido a las constantes réplicas, pocos habitantes de Van se siente seguros en sus casa, incluso en aquellas que no presentan daños. Además no se descartan nuevos seísmos. Según varios expertos citados por el canal de televisión TRT, el de anoche no fue una réplica del anterior temblor, sino un nuevo terremoto.

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