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Rick Perry se recrea en su error

Tras el garrafal traspié en el último debate republicano, el candidato de Tejas intenta recuperar su imagen en los medios de comunicación

Yolanda Monge

Puede que fuera la mejor estrategia de contención de daños en la que pudo pensar el equipo de campaña de Rick Perry pero lo cierto es que aquello de “ups, lo volví a hacer” –esta vez de forma deliberada e intentando aplicar sentido del humor- no ha funcionado e incluso contemplar al Gobernador de Tejas tratando de reírse de sí mismo resultó casi patético.

El día después del garrafal error en el último debate republicano, Perry se ha entregado hoy a los medios de comunicación. Ha pasado por los programas matinales para explicar su lapsus mental, cómo se quedó en blanco, cuando fue incapaz de recordar la tercera agencia gubernamental que tan decidido se mostraba a eliminar en cuanto llegara a la Casa Blanca. “Comercio, Educación y … ¿Cuál es la tercera?”…, se preguntó con las cámaras recogiendo su peor momento –hasta la fecha-.

El día de ayer culminaría para Perry con un deporte típicamente americano: ser capaz de reírse de uno mismo. Para ello qué mejor lugar que el famoso segmento del programa de David Letterman ‘Top Ten List’. Letterman le abrió las puertas con tan sólo horas de aviso y le dejó hacer. No podía fallar. ¡Rick Perry recreándose en su colosal metedura de pata! La audiencia lo devoraría aunque llegara a las pantallas ya cerca de medianoche, las “Diez Excusas de Rick Perry” por lo sucedido en el debate de Rochester (Michigan).

El Gobernador fue anunciado, salió a escena y saludó con gracejo militar. Y se lanzó a la arena del ridículo. “¡Número Diez!”, dijo Letterman abriendo la veda de la vergüenza ajena. Le correspondía el turno a Perry de decir su excusa número diez para lo sucedido.

“En realidad había tres razones por las que la fastidié en el debate. Una fueron los nervios; la dos fue un dolor de cabeza y la tercera… uh uh uh… Ups”. Lo hizo otra vez. El público en el estudio se reía. Puede que alguien lo hiciera en casa. Pero la imagen de Perry, nada suelta, nada convincente, metido a humorista, resultaba triste y definitivamente precursora del camino que va a tomar su campaña: declive total.

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A la diez le siguieron las otras nueve razones. Quizá la única que se ha probado cierta sea la número 2.

9- “No tengo ni idea de lo que están hablando. Creí que todo había salido bien”. ¿Ya?

8- ¡¿Qué pasa?! La noche anterior me había acostado tarde después de ver Dancing With The Stars.

7- “Creí que el debate era hoy…”

6- “Intenten ustedes concentrarse mientras Mitt Romney te sonríe. ¡Mira que es guapo!”

5- “Eh... ¿El Niño?

4- “Me había tomado una bebida energética de cinco horas seis horas antes de que empezara el debate”

3- “Esperaba acabar en mi show favorito y sin embargo he acabado aquí…”

2- “Quería ayudar a quitar presión sobre mi colega Herman Cain”. –Lo logró, al menos por unos días-.

1- Me acababa de enterar de que Justin Bieber es mi padre.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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