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Diego Arria demanda a Chávez por crímenes contra la humanidad

El líder opositor venezolano denuncia asesinatos y torturas del régimen ante la Corte Penal Internacional

Isabel Ferrer
El aspirante presidencial, Diego Arria, en Caracas
El aspirante presidencial, Diego Arria, en CaracasBORIS VERGARA (EFE)

Diego Arria, uno de los cinco precandidatos presidenciales venezolanos que aspira a arrebatar el poder a Hugo Chávez en las elecciones de 2012, le ha demandado ante la Corte Penal Internacional (CPI). La denuncia, presentada en persona y a título particular, señala violaciones de los derechos humanos, en particular “asesinatos, torturas y desplazamientos forzosos” de civiles. Para sustentarla, el líder opositor aportó medio centenar de “páginas con declaraciones del propio Chávez”. Ha incluido asimismo “más de 500 entrevistas con víctimas y documentación audiovisual”. Con su gesto, Arria pretende llamar la atención de la comunidad internacional. “Hay que acabar con la actividad delictiva del régimen de Hugo Chávez antes de que sea demasiado tarde”, ha declarado al canal nacional Globovisión.

La CPI (con sede en La Haya) estudia desde 2002 todas las denuncias (por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad) que recibe. Pueden remitirlas sus Estados miembros o bien Naciones Unidas. También actúa de oficio la propia fiscalía. Pero hasta la fecha no ha prosperado ninguna de las presentadas por particulares. Ello no impide que acuse recibo de todas para decidir luego si es competente. En estos momentos tiene en el punto de mira a otro presidente, el sudanés Omar el Bashir, acusado de genocidio en Darfur. Hasta su muerte, la Corte también reclamó al dictador libio Muamar el Gadafi por crímenes contra la humanidad.

“Quiero impedir situaciones similares a las de países como Costa de Marfil, cuando el presidente Laurent Gbagbo rechazó entregar el poder [en 2010]”, ha dicho Arria para ilustrar su decisión de acudir a la justicia internacional. Con una larga carrera pública, como gobernador del Estado de Vargas y del Distrito de Caracas, ministro de Turismo y embajador de Venezuela ante la ONU, el político ha dedicado casi dos años a preparar la demanda. Según él, el inventario de atrocidades es largo y terrible: “Son brutalidades cometidas contra miles de ciudadanos derivadas de la violación sistemática de los derechos humanos, hasta llegar a los crímenes contra la humanidad, por parte del Estado”.

A principios de noviembre, Arria ya indicó en un debate organizado en su país por estudiantes que Chávez debía acabar ante la Corte. “Es el final de todos los que abusan de su pueblo. No es venganza. Es justicia”. La advertencia ha ilustrado el núcleo de su campaña en pos de la nominación como candidato de la oposición a la presidencia de Venezuela. Los otros aspirantes (Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, Pablo Pérez y María Corina Machado, reunidos todos en torno a la Mesa para la Unidad Democrática) también han convertido la lucha contra el crimen en su caballo de batalla. Según los sondeos, de momento, el tirón popular de Arria entre el electorado es menor que el de sus rivales. Hugo Chávez, aquejado de cáncer, accedió al poder en 1999. Ahora busca un tercer mandato de seis años.

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