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La presidencia de la UE apoya reforzar el papel del BCE tras la unión fiscal

Polonia recalca que ese proceso se llevará a cabo una vez completada la ampliación de la gobernanza económica comunitaria

En el día de la cumbre franco-alemana para buscar soluciones a la crisis del euro, la presidencia de turno de la Unión Europea, que ejerce Polonia hasta finales de año, ha apoyado hoy reforzar el papel del Banco Central Europeo (BCE) una vez se haya completado el refuerzo de la disciplina fiscal y la profundización de la unión económica acordada el pasado octubre.

"El mandato del BCE debe ser reforzado para permitir las acciones necesarias en situaciones de emergencia", señala la Presidencia en un documento presentado para la próxima cumbre de la UE del viernes, en el que recalca que ese proceso se llevará a cabo una vez completada la ampliación de la gobernanza económica en la UE.

Francia y Alemania se han pronunciado hoy a favor de un nuevo Tratado de la UE, incluso si finalmente sólo lo apoyan los 17 países de la zona euro, al tiempo que se mostraron de acuerdo en la aplicación de sanciones automáticas a los países que se desvíen del objetivo de déficit fijado en el 3 % del PIB. Tras reunirse en París con la canciller alemana, Angel Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha dicho que ambos prefieren que el nuevo Tratado consiga el apoyo de los 27 Estados de la UE, pero que, si eso no fuera posible, se contempla que sean solo los 17 Estados de la eurozona los que se comprometan con las nuevas normas.

La Presidencia europea ha aclarado hoy que por "situación de emergencia" entiende aquellos momentos en los que el contagio amenaza la unidad de la zona euro y la UE en su conjunto o la solvencia de los países miembros de la moneda única. Este planteamiento recuerda al que sugirió entre líneas el propio presidente del BCE, Mario Draghi, la semana pasada en el Parlamento Europeo, donde afirmó que lo primero es revisar la fiscalidad, pero que una vez dado ese paso podrían seguir "otros elementos", aunque recalcó que "la secuencia importa".

La Presidencia de la UE incide asimismo en que el refuerzo de la disciplina fiscal y la profundización de la unión económica debe llevarse a cabo sin provocar divisiones entre los Estados miembros. "El refuerzo de la gobernanza económica de la zona del euro debería llevar a una Unión reforzada. No debería crear estructuras exclusivas que puedan hacer más profundas las potenciales divisiones", figura en la nota de prensa.

La solución debe ser "integradora" y, según el modelo que propone Polonia, en ella participarán todos los estados miembros, pero sólo votarán los socios del euro. Polonia cree que el presidente del Consejo Europeo y el de las cumbres del euro, dos cargos que ahora ejerce Herman Van Rompuy, tendrá que desempeñar un papel clave para preservar la integridad de la UE y garantizar que los diez países que no forman parte del euro son informados de manera adecuada y a tiempo sobre la preparación de estas reuniones.

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La Comisión Europea, por su parte, también debe preservar la integridad de la UE y ayudar a mantener la coherencia entre las políticas de la zona euro y de los Veintisiete, una tarea que también es responsabilidad del Parlamento Europeo. Cualquier estado miembro podrá presentar su opinión sobre la agenda de las cumbres del euro y solicitar que alguna de sus cuestiones se trate también en el marco del Consejo Europeo. La Presidencia de la UE apuesta porque el procedimiento concreto sea acordado por el Consejo en junio de 2012 a más tardar. A finales de 2012, los líderes de la UE deberán revaluar la coherencia de la coordinación en materia de gobernanza económica sobre la base de un informe preparado por el presidente del Consejo Europeo en cooperación con la CE.

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