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El principal líder sindical peronista abandona a Cristina Fernández

Hugo Moyano, líder de la CGT, califica al Partido Justicialista de "cáscara vacía" y renuncia a todos sus cargos

Soledad Gallego-Díaz
Hugo Moyano, durante un mitin el jueves en Buenos Aires.
Hugo Moyano, durante un mitin el jueves en Buenos Aires.MARCOS BRINDICCI (REUTERS)

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, ha replicado con dureza a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ha llamado a los peronistas a reconstruir el peronismo, frente a un Partido Justicialista que es una “cáscara vacía”. Moyano ha anunciado que renuncia a todos los cargos que ocupa en el justicialismo, a nivel provincial y nacional, y ha recordado a la presidenta que buena parte del 54% de los votos que obtuvo en las pasadas elecciones “son los de los trabajadores”. “Que no se equivoquen, que no se olviden de que la votamos. ¿Ahora resulta que somos chantajistas?”, ha lanzado, en una alusión directa al discurso de investidura de Cristina Fernández, en el que advirtió contra “chantajes y extorsiones” sindicales.

El esperado discurso de Moyano, que celebraba el jueves el Día del Camionero en el estadio del Club Atlético Huracán, y que estaba siendo retransmitido en televisión, fue cortado a la mitad porque coincidió con la anunciada visita de la propia presidenta a una planta de Toyota en la localidad bonaerense de Zárate. La presidenta no se dio por aludida directamente, pero, en un breve discurso, mencionó la creación de puestos de trabajo, el incremento de los salarios y las políticas de apoyo industrial que desarrolla el kirchnerismo desde hace años. Cristina Fernández, que le robó completamente la pequeña pantalla al líder sindical, ha recordado una vez más a su marido, el expresidente Néstor Kirchner, fallecido hace un año, y se ha emocionado al recibir una flor de un árbol que él plantó en 2005 en la misma fábrica.

La presidenta ha hecho también mención durante el acto al reciente hallazgo en Tucumán de una fosa común con los restos de 15 desaparecidos, entre ellos el senador peronista Guillermo Vargas Aignasse, cuyo hijo es actualmente diputado oficialista.

Moyano, de 57 años, dirigente del importante gremio de camioneros, había anunciado ya su desacuerdo político y sindical con la presidenta, a cuyos seguidores atribuye un intento por desalojarlo de la secretaría general de la CGT. Ante varios miles de sus fieles, que, sin embargo, no llegaron a llenar completamente el estadio de fútbol, en contra de lo esperado, Moyano ha reclamado el dinero, una cifra superior a los 12.000 millones de pesos (más de dos mil millones de euros) que, según la CGT, el Gobierno le debe a las obras sociales de los gremios y que “nadie sabe dónde ha ido a parar”.

Las reivindicaciones sindicales se eclipsaron casi frente a su duro discurso político: “No puedo aceptar que otros tomen las decisiones que deberían tomarse en el seno del peronismo”. “Renunciamos a los cargos, pero no a la lucha, como dijo Evita”, ha asegurado. Entre el público pudo verse algún cartel con la leyenda: “Eva Perón no hay más que una”. “Ahora resulta que cuando hay un reclamo sindical, los trabajadores hacen chantaje o extorsionan. Los trabajadores no extorsionan a nadie, reclamamos legítimamente nuestros derechos”, ha proclamado, antes de hacer un llamamiento a los “los peronistas de Juan y Eva Perón a reconstruir el peronismo”.

El secretario general de la CGT, uno de los “gordos”, como se denomina a los principales dirigentes sindicales de la central obrera, consideró que el Partido Justicialista era un espacio “intrascendente” ya que todo se decide fuera de él. “Pero el peronismo está en los trabajadores. Nadie más que ellos han interpretado a Perón. No vamos a renunciar al papel protagónico que nos dio la sociedad”, ha añadido. Hugo Moyano, que estaba acompañado por su hijo Pablo, también dirigente camionero, y por otros responsables sindicales, ha advertido que las obras sociales (que dependen de los gremios) atraviesan dificultades financieras y se ha quejado de que estén sometidas a la sospecha permanente de corrupción y de falsificación de medicamentos.

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Moyano ha recordado que la CGT ha apoyado fuertemente al kirchnerismo. “Cuando las cosas estaban mal, apoyamos. Ahora, con el 54% de los votos, todo el mundo es oficialista. Eso es fácil. Pero, ¿dónde estaban cuando las papas quemaban?”, ha reclamado. “La mitad de ese 54% de votos es de ustedes, compañeros, no solo de los chicos bien”, ha añadido, en clara alusión a algunos de los candidatos impuestos por Cristina Fernández y la Cámpora, el movimiento juvenil kirchnerista, en las listas electorales de los pasados comicios. Moyano luchó, infructuosamente, por colocar a más representantes sindicales, pero solo consiguió abrir espacio a otro de sus hijos, Facundo, que es ahora diputado oficialista.

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