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La UE rebaja sus críticas a Rusia por las irregularidades en las elecciones

Van Rompuy habla de "problemas electorales" un día después de que el Parlamento Europeo pidiese la repetición de los comicios por fraude

Medvédev y Van Rompuy, durante la cumbre.
Medvédev y Van Rompuy, durante la cumbre. GEORGES GOBET (AFP)

La cumbre UE-Rusia celebrada este jueves en Bruselas a los diez días de las cuestionadas elecciones parlamentarias rusas ha respondido a las expectativas: los comunitarios, representados por Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, apenas se han atrevido a levantar la voz y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, se ha encogido de hombros ante las reclamaciones maximalistas de un Parlamento Europeo que pedía el miércoles una nueva celebración de comicios.

Lo que a otros les ha parecido un fraude y una manipulación electoral y fuentes del propio Consejo consideran que han sido unas “elecciones lejos de ser libres y limpias”, resulta para Van Rompuy, al menos en público, una simple serie de “problemas electorales”.

“Hemos tenido una sincera discusión sobre estas cuestiones en la cumbre”, ha dado cuenta el presidente del Consejo en sala de prensa y en presencia de Medvédev. “Elecciones libres y limpias, respeto a los derechos humanos y al imperio de la ley, la libertad de expresión y el derecho de reunión son claves para las democracias”, ha continuado profesoralmente Van Rompuy para acabar diciendo que se sentía gratificado por el compromiso presidencial de “investigar justa e imparcialmente las informaciones sobre problemas electorales”.

"No tengo nada que decir. Son nuestras elecciones. Que [el PE] se meta en sus cosas", dijo Medvédev

En las escasas preguntas que se han permitido hacer (dos periodistas comunitarios y dos rusos) se les ha inquirido a los presidentes, también al de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, sobre la petición de los eurodiputados de celebrar nuevas lecciones. Van Rompuy y Barroso se han escudado tras Medvédev para no pronunciarse, pero el presidente ruso se ha despachado a gusto: “No tengo nada que decir. Son nuestras elecciones. Pueden decir lo que quieran. No significa nada para mí. Los diputados rusos estaban indignados con el Parlamento Europeo; dicen que se meta en sus cosas, que bastantes problemas tiene”.

Como ya ha ocurrido en el pasado, el ruso recordó a quienes desde la UE le reclaman respeto a los derechos humanos que “hay minorías rusas en algunos países de la UE” con derechos básicos conculcados (en referencia indirecta a Letonia) y “también hay extremismo y xenofobia que no se pueden ignorar” en la Unión.

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Había una cierta expectativa, tras las palabras de un responsable ruso, sobre presuntos planes del Kremlin de aportar 10.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional para sostener al euro. Medvédev ha respondido con vaguedades. Tras explicar que Rusia tiene interés en la estabilidad de la moneda única, que supone el 41% de sus reservas, ha dicho: “Vamos a seguir dando apoyo y estamos dispuestos a invertir todos los medios financieros necesarios para apoyar la economía europea y la eurozona”. Nada sobre los 10.000 millones. “Las decisiones importantes las debe tomar la UE. Solo Europa puede ayuda a Europa. Los otros países pueden aportar para que Europa se libre de la crisis”.

Puestos a celebrar resultados concretos, la UE ha valorado que este viernes Rusia se convierta en miembro de pleno derecho de la Organización Mundial de Comercio, ingreso que Bruselas ha estado años patrocinando. Ambas partes creen que el nuevo estatus permitirá incrementar los sólidos intercambios comerciales. La UE es el principal socio comercial de Rusia, que exporta a los Veintisiete el 70% de su gas.

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