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PERFIL

Michele Bachmann, ultraconservadora y evangélica

Michel Bachmann, en Des Moines.
Michel Bachmann, en Des Moines.Andrew Burton (AFP)

Michele Bachmann (Waterloo, Iowa, 1956) logró cierta prominencia en el campo de primarias republicanas al ganar unas elecciones no vinculantes en la localidad de Ames, en Iowa, en agosto. Consiguió liderar muy brevemente las encuestas como la candidata más conservadora de los comicios, un puesto en el que no duró demasiado. Pronto la desbancaría otra estrella fugaz en el campo republicano, el gobernador de Tejas Rick Perry. Bachmann, nacida en Iowa, confiaba en lograr unos sólidos resultados en ese Estado para lograr posteriores victorias en otras citas electorales. En lugar de eso, quedó sexta en los caucus, con apenas 6.073 votos. Abandonó la contienda solo un día después.

Bachmann es congresista por Minnesota desde 2007. En Washington se ha convertido en una de las principales representantes del movimiento ultraconservador del Tea Party. Se hizo un hueco en la escena política nacional con una enardecida oposición al aborto y criticando a la reforma sanitaria del presidente Barack Obama. En las pasadas elecciones presidenciales, de 2008, había dicho que “Obama puede tener ideas antiamericanas”. Dada a ese tipo de afirmaciones arriesgadas, clausuró su campaña en Iowa, el dos de enero, con un anuncio en el que decía ser “la dama de hierro de América”, equiparándose a Margaret Thatcher.

El ideario de la candidata es íntegramente conservador. Evangélica, niega la evolución. En 1978 se casó con el psicólogo Marcus Bachmann, que tiene una clínica en Minnesota en la que en el pasado ha intentado curar a homosexuales. En 2004, en una conferencia, la candidata dijo que "los gais son parte de Satán". Aunque luego se ha desdicho de afirmaciones semejantes, sigue oponiéndose a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Tiene cinco hijos naturales y ha participado en un programa de acogida en el que alojó a 23 niñas con problemas sociales.

Uno de sus principales escollos era el voto femenino. Bachmann, a pesar de ser una mujer en política, llegó a predicar la supeditación femenina al marido. En 2006 dijo, en un discurso: "Mujeres, sed sumisas con vuestros maridos". En diversas entrevistas posteriores matizó que esa "sumisión" debe entenderse como "respeto mutuo". No tiene un currículum especialmente brillante en el Congreso de Washington, donde no se ha aprobado ninguna ley redactada o propuesta por ella en los pasados cinco años (La única que tuvo cierto predicamento fue la llamada Ley de Libertad de Elección de Bombillas).

En agosto logró tomar la iniciativa muy brevemente al ganar, con un 29% de los votos, las elecciones orientativas en la localidad Ames, Iowa. Su victoria hizo que abandonara la contienda política el exgobernador de su mismo estado, Minnesota, Tim Pawlenty, más moderado que ella en asuntos sociales. La bonanza en las encuestas le duró poco a Bachmann. Pronto fue desbancada por la que resultaría otra estrella fugaz en las primarias conservadoras, el gobernador de Tejas Rick Perry, que apela al mismo electorado que la congresista. Ambos, que quedaron en los caucus de Iowa en quinto y sexto lugar.

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