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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Debut de año electoral

Virtual empate en las primarias de Iowa para elegir al candidato republicano contra Obama

No eran las elecciones del siglo, pero sí de las más esperadas. La que puede ser una larga carrera del partido republicano para elegir candidato contra el presidente Obama comenzó el martes en Iowa, confirmando lo ya sabido, pero añadiendo varios interrogantes. Hay partido.

Mitt Romney, centrista reconvertido a una derecha sin denominación de origen, ganó pero solo por ocho votos entre 120.000 republicanos e independientes. Y lo que es más grave para el exgobernador de Massachusetts, el segundo ha sido Rick Santorum, de la derecha profunda, que gracias a Iowa representa hoy al candidato cualquiera-menos-Romney. Ambos recibieron un 24,6% de apoyos, e incluso un tercero en relativa discordia, el libertario Ron Paul, que propugna que Estados Unidos se encierre en una burbuja nacional dejándose de guerras exteriores, les talonea con un 21% de sufragios.

Lo sabido era que Romney, mormón —lo que no deja de presentar problemas al electorado del protestantismo más conservador—, tiene mucha más gente en contra que a favor. En Iowa tres cuartas partes de los asistentes a los caucuses —asambleas electorales— no solo no le prefirieron sino que votaron en contra de su candidatura porque lo consideran un oportunista capaz de cambiar de camisa muchas más veces de lo que la higiene aconseja. Pero lo que no estaba previsto era que Santorum, con muchos menos recursos y organización que su rival, nada menos que empatara. Aceptable para la extrema derecha del Tea Party, cuya candidata era, sin embargo, Michele Bachmann, que no llegó al 5%, el exsenador debería saber que sus posibilidades de hacerse con la candidatura son insignificantes, pero su valoración como estorbo ha quedado catapultada a las estrellas.

Buenas noticias para Romney son, con todo, que dos candidatos verosímiles, Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, y Rick Perry, gobernador de Tejas, han salido malparados, y este último, junto con Bachmann, podrían retirarse de la carrera.

Las primarias apenas han comenzado y las votaciones, no en forma de deliberaciones o caucuses como en Iowa, en la moderada New Hampshire el día 10 pueden responder a algunos de esos interrogantes, pero se diría que un partido republicano, petrificado a la derecha, quiere darle todas las oportunidades imaginables y más a la reelección de Barack Obama.

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