La congresista Giffords abandona el Congreso de EE UU
Hace un año quedó en coma por un tiroteo en Arizona en el que murieron seis personas
La congresista demócrata por Arizona Gabrielle Giffords, de 41 años, dimitirá esta semana de su escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, un año después del tiroteo en la localidad de Tucson que la dejó en estado grave y en el que fallecieron seis personas. Giffords asegura que su prioridad en este momento es centrarse en su recuperación, pero ha dado indicaciones de que podría volver a presentarse a las elecciones legislativas en comicios futuros.
En un vídeo colgado en la Red de Youtube ayer, Giffords dice, con evidente dificultad en el habla: “No podemos cambiar lo que pasó, pero sé que, en los asuntos por los que luchamos, podemos cambiar las cosas a mejor. Empleos, seguridad en la frontera, veteranos... podemos hacer muchas cosas trabajando juntos. No recuerdo muchas cosas de aquel día horrible, pero nunca olvidaré la confianza que depositasteis en mí”.
Giffords acudirá al Capitolio, aquí en Washington, mañana jueves, para asistir al discurso del Estado de la Unión del presidente Barack Obama. Y ha expresado un último deseo antes de abandonar su escaño: acabar el acto electoral que estaba presidiendo en Tucson el ocho de enero de 2011 y que quedó interrumpido por el tiroteo que la dejó en coma, y que ahora la obliga a dejar temporalmente la vida política.
En este año de elecciones se renueva la Cámara de Representantes. Giffords ganó su escaño en tres ocasiones. La última, en noviembre de 2010. Dos meses después, Jared Lee Loughner, de 23 años, acudió a un acto político y abrió fuego contra los asistentes, provocando una de las mayores masacres de la historia reciente del estado de Arizona. Aparte de los seis muertos, entre los que se hallaban una niña de 13 años y un juez federal, provocó 13 heridos de consideración. Loughner se halla en detención previa a juicio y se ha declarado inocente de los 49 cargos presentados en su contra.
En un principio, los médicos pensaron que Giffords no saldría del coma. Pero pronto comenzó a hacer avances con sesiones de terapia física y de logopedia. En este año ha comparecido en público en contadas ocasiones, una de ellas para votar a favor de aumentar el límite de endeudamiento público de EE UU, evitando así que la nación se declarara en suspensión de pagos. Entonces fue recibida por ambas bancadas con aplausos.
Ahora, la gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, debe fijar una fecha para unas elecciones especiales, con un plazo máximo de 10 días después de la dimisión de Giffords. El vencedor se tendrá que someter a la reelección en noviembre, cuando se celebran comicios legislativos a nivel nacional. La dimisión de Giffords deja un escaño abierto en un distrito electoral donde ninguno de los dos partidos mayoritarios tiene una sólida base de electores, por lo que, si ganan, los republicanos podrían emplearlo para ampliar su mayoría en el Congreso federal.
