Guatemala dicta arresto domiciliario al exdictador Efraín Ríos Montt

La juez Patricia Flores Polanco ha dictado la noche del jueves el arresto domiciliario del exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, de 86 años, acusado de genocidio. El militar tiene un plazo de 24 horas para pagar una fianza de 500.000 quetzales (unos 47.600 euros), para evitar ser encarcelado. La sentencia, pronunciada tras una audiencia que se prolongó por más de 11 horas, prohíbe tajantemente a Ríos Montt abandonar su residencia sin autorización previa y cualquier tipo de comunicación con otros militares relacionados con el caso.

Ríos Montt es el primer exmandatario guatemalteco llevado a juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado durante las casi cuatro décadas de la guerra civil vivida en esta nación centroamericana entre 1960 y 1996. Su antecesor inmediato, Romeo Lucas García, depuesto por Ríos en marzo de 1982, murió en Venezuela en 2006, y su sucesor, Humberto Mejía Víctores, quien derrocó a Ríos Montt en agosto de 1983, fue declarado el 5 de enero incapacitado mental para afrontar un juicio tras sufrir, semanas atrás, un derrame cerebral.

La juez ha basado su decisión “por su supuesta vinculación (de Ríos) en el genocidio cometido durante el conflicto armado interno”. Flores ha explicado que el hecho de que se haya presentado voluntariamente permite deducir que no existe peligro de fuga por lo que no ha considerado necesario conducirlo a la prisión. A propósito se recuerda que existe una orden internacional de búsqueda y captura del militar, dictada por el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional española. De hecho, Ríos Montt ha tenido, durante los últimos años, al país por una cárcel. El militar ha gozado de algún trato de favor, como no ser engrilletado ni llevado a las celdas del Organismo Judicial, como se acostumbra con los reos que son llevados ante el juez para presentar declaración.

De acuerdo con una fuente de la fiscalía, de ser hallado culpable, el ex dictador podría ser condenado hasta 30 años de prisión, extremo poco probable si se toma en cuenta la avanzada edad del militar. Ríos, que no ha hecho declaraciones, se ha limitado a comentar en voz alta de que “se trata de hacer justicia, no de buscar venganza”.