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EL CONFLICTO EN SIRIA

El Ejército sirio bombardea y reconquista varios barrios de Damasco

Rusia amenaza con vetar cualquier resolución que pida la dimisión de El Asad

El primer ministro de Catar, Hamad bin Jasim Al Thani, en la ONU.
El primer ministro de Catar, Hamad bin Jasim Al Thani, en la ONU.MARIO TAMA (AFP)

Las fuerzas armadas leales al régimen de Bachar el Asad continúan hoy ganando terreno en los suburbios de la periferia de Damasco, distritos en los que los combates se han recrudecido en los últimos días. Según los comités locales que se oponen a El Asad, al menos una veintena de personas han muerto en diferentes ciudades de Siria, una docena de ellas en los distritos de la capital, al mismo tiempo que Rusia, país con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, anunciaba que Moscú vetará cualquier resolución que considere "inaceptable", es decir, que haga un llamamiento a la entrega del poder por parte de El Asad. El Gobierno ruso intenta evitar a toda costa que se repita lo sucedido con las resoluciones aprobadas para intervenir en el conflicto libio: la misión de proteger a los civiles libios --la redacción de la resolución fue tan laxa que permitía todas las interpretaciones-- se transformó en una campaña para derrocar al dictador Muamar el Gadafi.

Entre la docena de víctimas de Damasco, había cinco desertores del Ejército que se habían pasado al Ejército Libre de Siria. Pretenden los rebeldes liberar zonas del país, al estilo de lo que sucedió en Libia, para fortalecer sus milicias y aumentar su capacidad ofensiva frente a las fuerzas regulares del régimen, que sufren un goteo continuo de deserciones, especialmente desde que soldados de reemplazo (la gran mayoría suníes) han entrado en acción. Las fuerzas progubernamentales han cercado esta mañana algunos distritos de Damasco y, siempre según la oposición, han apostado francotiradores y han derribado viviendas. Los Comités aseguran que los seguidores del régimen efectúan registros en casas desde primera hora de la mañana en el área de Dumair, donde también ha habido un gran número de detenciones.

Los comités locales elevan a 7.100 el número de fallecidos en Siria desde el comienzo del levantamiento popular contra el régimen de Al Asad a mediados de marzo pasado en la ciudad de Deraa, en la frontera con Jordania. La ciudad de Homs es la que más víctimas ha tenido, con casi 2.500 personas fallecidas. El conflicto ya está en Naciones Unidas, donde la Liga Árabe presiona para que se apruebe su plan, que prevé el traspaso de poder de Bachar el Asad para iniciar después una transición política. Rusia, de momento, no está por la labor.

"No permitiremos que un texto (de resolución) que consideremos erróneo y que derive en el agravamiento del conflicto sea aprobado. Lo digo de manera honesta e inequívoca", apuntó a varias agencias Vitaly Churkin, embajador ruso en Naciones Unidas. "Votaremos en contra si el texto es inaceptable", sentenció. "A día de hoy, el texto marroquí es inaceptable para nosotros, ya que mantiene los postulados que permiten imponer sanciones y que, a su vez, podrían ser interpretados como una puerta abierta para el uso de la fuerza", sentenció Genadi Gatílov, viceministro de Exteriores.

El Kremlin rechaza tajantemente el uso de la fuerza para derrocar a Barchar el Asad

El primer ministro de Catar, país muy activo diplomáticamente desde que estallaran las revueltas en Túnez hace más de un año, intenta convecer a Moscíu de que no se desea impulsar una intervención militar como la que se aprobó para Libia en marzo de 2011. Hamad bin Jasim al Thani aseguró:  "No pedimos una intervención extranjera, instamos a aplicar una presión económica para que el régimen se dé cuenta de que es imperativo que satisfaga las demandas de su pueblo". China, menos participativa esta vez, también se opone a una intervención militar extranjera en Siria.

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