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París y Berlín impulsan un grupo de contacto sobre Siria

Merkel y Sarkozy califican de 'horror' el veto de Rusia y China

Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, ante la prensa, en París.
Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, ante la prensa, en París.IAN LANGSDON (EFE)

Tras la división vivida antes de la intervención armada en Libia, Damasco ha vuelto a unir a las dos grandes potencias de la UE. La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkzoy proclamaron el lunes en París que no abandonarán al pueblo sirio, y prometieron que impulsarán la creación de un grupo de contacto junto a la Liga Árabe y los otros países favorables a una resolución del consejo de seguridad de la ONU contra el régimen del dictador sirio, Bachar El Asad. “No abandonaremos al pueblo sirio, no aceptaremos la indecisión ni el bloqueo de la comunidad internacional”, proclamó en tono duro el presidente francés.

Tras celebrar un consejo de ministros bilateral, la canciller alemana confesó que estaban todavía “consternados” por el veto a la resolución del consejo contra Damasco. “La situación es un escándalo", enfatizó Sarkozy, antes de anunciar que iba a telefonear al presidente ruso, Dimitri Medvédev, para hablarle “en nombre de Alemania y Francia”, y pedirle que reconsidere su decisión. Sarkozy dijo que el primer ministro, François Fillon, iba a hacer lo mismo con su homólogo ruso, Vladimir Putin.

Tanto Merkel como el presidente francés fueron muy explícitos en sus críticas a Rusia, pero ambos evitaron citar en su conferencia de prensa conjunta la palabra China. “Estamos decepcionados y consternados por que no hayamos podido adoptar todavía una resolución en Naciones Unidas”, dijo Merkel. “Rusia debe preguntarse si es bueno hacer política sin acercarse a la Liga Árabe, yo no creo que esta sea la vía que nos lleve al éxito”, añadió.

“Es muy sorprendente que los rusos, que siempre han estado próximos a las posiciones de la Liga Árabe, se hayan distanciado, y hoy todavía nos preguntamos por qué”, añadió el presidente francés.

Las críticas a China fueron sin embargo explícitas en una declaración leída en Berlín por un portavoz oficial, en la que la canciller acusa a los Gobiernos de Moscú y Pekín de ser responsables de que siga habiendo derramamiento de sangre en Siria, y califica el veto interpuesto por Rusia y China de un “duro revés” para los esfuerzos de estabilización de la región.

“Los dos países asumen la responsabilidad de que continúe el derramamiento de sangre en Siria”, dice la declaración. Merkel considera que el presidente Bachar El Asad ya no tiene "nada que buscar" al frente de los destinos de su país, y agrega que el Consejo de Seguridad debe apoyar y no entorpecer los esfuerzos de la Liga Árabe por lograr una fórmula de transición en Siria.

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