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Las explosiones recrudecen la tensión entre Irán e Israel

Los atentados de Georgia, India y Tailandia disparan las acusaciones entre los dos archienemigos

Naiara Galarraga Gortázar
El primer ministro Netanyahu, este domingo.
El primer ministro Netanyahu, este domingo.REUTERS

Aunque persisten incógnitas sobre los objetivos precisos y los autores, materiales e intelectuales, de las explosiones ocurridas en menos de 48 horas en Tbilisi, Nueva Delhi y Bangkok, lo cierto es que la esposa de un diplomático israelí resultó herida este lunes en la capital india cuando un motorista adosó una bomba a un coche de la Embajada, que un hombre con pasaporte iraní perdió las piernas al estallarle un artefacto en la capital tailandesa este martes, que otro iraní fue detenido horas después y que las acusaciones mutuas entre Israel e Irán se han recrudecido. “Irán se toma la revancha”, titulaba esta mañana en primera página Yediot Ahronot, el diario israelí más vendido. “Los pasaportes de terroristas de la misteriosa explosión en Bangkok y hallazgos en los artefactos explosivos en India y Georgia lo prueban: terrorismo de Teherán”, explicaba el subtítulo.

Los investigadores tailandeses creen que han encontrado una conexión entre las bombas de Nueva Delhi y Bangkok: tienen los mismos imanes. La policía investiga su origen. Además, Tailandia e India son dos de los países que más les gustan a los israelíes para pasar sus vacaciones o para el viaje que suelen hacer al acabar el servicio militar.

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Estas misteriosas explosiones, o atentados frustrados, ocurren después de que al menos cuatro científicos iraníes vinculados al programa nuclear de ese país hayan sido asesinados, el último el pasado enero, precisamente con el método del motorista que pega una bomba a un coche y huye veloz. Nadie ha asumido la autoría de esas muertes, de las que Teherán acusa a Israel y a Estados Unidos.

Coinciden los ataques de esta semana también con las cada vez más frecuentes declaraciones de dirigentes israelíes sobre la creciente urgencia de un ataque militar a las instalaciones que albergan el programa nuclear iraní para frenar la posible consecución de la bomba atómica. Una operación -para la que los líderes políticos israelíes tienen más prisa que los militares- que podrían lanzar antes del verano, preferentemente con colaboración estadounidense pero si no en solitario.

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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha apelado esta mañana en la Kneset al resto del mundo para que ponga límites a Irán, cuyos líderes han amenazado reiteradamente al Estado judío. “Daña a diplomáticos inocentes en muchos países y las naciones del mundo deben condenar las acciones terroristas de Irán y delimitar líneas rojas a la agresión de Irán. Si esta agresión no se para, se extenderá a muchos países”, ha advertido Netanyahu.

Teherán también ha contribuido a aumentar la tensión por boca de su ministro de Exteriores, Ramin Mehmanparast, citado por la televisión oficial. “La República islámica cree que elementos del régimen sionista ]en referencia a Israel] son responsables de estos actos terroristas”. Sostiene Mehmanparast que, al acusar a Irán, el objetivo de Israel “es ocultar su esencia perpetrando actos terroristas, particularmente el asesinato de científicos de Irán”.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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