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Dimite un diputado salafista egipcio por el 'escándalo de la rinoplastia'

El legislador aseguró haber recibido una paliza para esconder una operación de cirugía estética

Imagen del diputado Anwar al-Balkimy publicada en Al Arabiya.
Imagen del diputado Anwar al-Balkimy publicada en Al Arabiya.Al Arabiya

A Anwar al-Balkimy, diputado egipcio afiliado a una rama ultraconservadora del islamismo, le salió muy cara la operación de cirugía estética para embellecer su nariz aguileña, pues acabó siendo expulsado de su partido y del Parlamento, y objeto de la mofa del país entero.

Para esconder la operación, prohibida según la estricta doctrina religiosa del salafismo, al-Balkimy simuló haber sido víctima de una paliza a manos de un grupo de cinco atracadores mientras circulaba por la autopista que une las ciudades de El Cairo y Alejandría.

Según su versión, los criminales, que iban enmascarados, le habrían robado 100.000 libras (unos 12.500 euros). También habrían intentando robarle el coche, pero él se resistió con arrojo, por lo que le propinaron una fuerte paliza. La noticia del presunto asalto al político islamista fue recogida por los medios locales, que incluyeron una fotografía de su cara con un aparatoso vendaje.

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Los días posteriores, al-Balkimy recibió la visita de una delegación parlamentaria, que incluía a Saad Katatny, presidente de la Asamblea Popular, para interesarse por su estado de salud. Su partido, la coalición Nour, llegó a pedir la comparecencia en la cámara del ministro del Interior.

Los periódicos egipcios describieron el caso como un ejemplo más del deterioro de la seguridad pública en el país después de la revolución del año pasado. Curiosamente, tan sólo unos días antes, el candidato a la presidencia Abdel Moneim Aboul Fotouh, había sido víctima de un asalto violento en uno de los cinturones de El Cairo.

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Sin embargo, al presumido diputado le salió el tiro por la culata, pues uno de los cirujanos del hospital donde le practicaron la intervención quirúrgica declaró a la prensa que al-Balkimy había contratado una rinoplastia en el centro.

Tras estallar el escándalo, el primero que experimenta el nuevo Parlamento democrático, el diputado reconoció haber sido operado, pero aseguró que la intervención fue necesaria como consecuencia de las secuelas de la paliza. En un primer momento, la coalición Nour avaló su versión de los hechos a través de un comunicado en su página de Facebook.

No obstante, a medida que aparecieron nuevas pruebas, se retractó. “La decisión de expulsarle fue tomada a partir de las evidencias recogidas por la fiscalía en el caso, y el diputado es libre de dimitir de la Asamblea Popular, o de otra manera, la cámara tomará esta decisión”, afirmó Nader Baker, portavoz de Nour. Pocas horas después, al-Balkimy dimitía de su cargo.

La coalición Nour, representante de una vertiente ultraconservadora del islam que considera pecado la música y el fútbol, recibió aproximadamente el 25% de los sufragios en las pasadas elecciones legislativas, erigiéndose en el segundo partido más votado detrás la marca electoral de los Hermanos Musulmanes, el histórico partido islamista.

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