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Escuadrones de la muerte contra gais y 'emos' en Irak

Al menos 14 jóvenes han sido apaleados hasta la muerte en las últimas tres semanas en el este de Bagdad

El activista Roby Hurriya muestra imágenes de su amigo Saif Asmar, en Bagdad.
El activista Roby Hurriya muestra imágenes de su amigo Saif Asmar, en Bagdad.SAAD SHALASH (REUTERS)

Hurriya sostiene dos imágenes de su amigo que reflejan lo que significa ser homosexual en Irak. Una de las fotografías, que guarda en su teléfono móvil, es el retrato de un joven atractivo con un corte de pelo estiloso. La otra, una captura impresa de la semana pasada, muestra el cuerpo del mismo chico tendido en la parte trasera de una camioneta. Su cara aparece desfigurada por las contusiones.

Según el informe policial, Saif Asmar fue hallado muerto después de haber sido apaleado en la tarde del 17 de febrero. 

"Lo tumbaron en el suelo y le golpearon la cara con un bloque de cemento", explica su amigo, de 25 años, que trabaja como asistente de un médico y activista homosexual bajo el seudónimo Roby Hurriya [Hurriya significa libertad en árabe]. No revela su nombre real. 

Los homosexuales han vivido durante muchos años con miedo en Irak, sobre todo desde que la milicia religiosa controla las calles en los enfrentamientos sectarios que siguieron a la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 que derrocó a Sadam Hussein. Pero Hurriya asegura que la oleada de matanzas de los últimos dos meses es la peor que ha visto nunca. 

Desde el comienzo del año, escuadrones de la muerte han acosado dos grupos distintos: hombres gais y aquellos que visten acorde a una estética juvenil de influencia occidental llamada emo  de pelo de punta y vestimenta negra y que algunos iraquíes confunden -erróneamente- con la homosexualidad. 

Al menos 14 jóvenes han sido apaleados hasta la muerte en las últimas tres semanas en el este de Bagdad, una zona controlada por chiíes, según fuentes médicas y de seguridad local que han hablado con Reuters bajo condición de anonimato. Este tipo de matanzas también se repiten con otros métodos y en otras ciudades del país. Como las autoridades no registran los incidentes en una categoría especial, no se conoce el total de asesinatos de emos y gais. 

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En los últimos días, milicias chiíes, sobre todo del distrito Sader, han difundido listas con los nombres de las personas que se convierten en objetivo de las matanzas. Las amenazas citan a "mujeres y hombres obscenos", en referencia a gais y emos.

Hurriya cree que al menos 200 personas han sido asesinadas en los últimos años por ser homosexual o de apariencia femenina. Asegura que conoció a 66 víctimas. 

Durante la entrevista en la oficina de Reuters en Bagdad, el activista abre una cartera y saca varias fotografías que cuerpos apaleados de jóvenes hallados en las calles de la ciudad. Hurriya ha documentado las matanzas y dirige un refugio para hombres homosexuales. 

"Nosotros, la comunidad gai, estamos conectados. Sabemos si algo malo le ocurre a uno de los nuestros", explica. "Un clérigo chií gai me llamó hace unos días y me contó que varios homosexuales habían sido asesinados y sus cuerpos abandonados cerca del barrio de Ciudad Sader. Me ayudó a llegar al lugar y a fotografiarlo". 

La aparente propagación de la violencia de las últimas semanas contra jóvenes heterosexuales que visten en estilo emo ha provocado el pánico entre la juventud iraquí que, desde el fin de la guerra, ha experimentado con la estética occidental. 

La estética emo, proveniente del punk rock emocional se convirtió en una tribu urbana importante en Occidente en la última década. En Irak atrae a jóvenes -chicos y chicas- con ganas de expresarse en una cultura conservadora y a menudo violenta. 

Los jóvenes iraquíes que se denominan emos suelen llegar el cabello largo o de punta, tejanos estrechos, camisetas, cadenas de plata e imágenes de calaveras. Las tiendas, que hace unos años florecieron gracias a la venta de ropa y joyas con calaveras, han retirado los objetos de estética emo

El Gobierno iraquí, controlado por la mayoría chií oprimida por el régimen de Sadam Hussein, posiblemente no ayude. El Ministerio del Interior ha contribuido a la tensión al difundir un comunicado la semana pasada en la que denominó a la cultura emo de "satánica". El documento añadía que una fuerza policía especial erradicaría el movimiento. 

Hadifh Jamal, de 19 años, trabaja en una tienda de zapatos en el barrio acomodado de Karrada. Asegura que vestía de negro y llevaba el pelo largo, pero que esta semana tuvo que abandonar su casa en el barrio de Ciudad Sader y cortarse el cabello. Explica que dos amigos suyos fueron asesinados por su estética emo. "Que me maten. Han matado a mi amigos", dice a Reuters. "Apoyo el movimiento emo. Me encanta este fenómeno". 

Los gais de Bagdad buscan lugares donde esconderse. Un hombre, que se hace llamar Haifa, asegura que huyó de Irak a Siria pero que volvió a Bagdad hace dos meses debido a la guerra. Aunque la homosexualidad es vista con desprecio, y a veces es incluso ilegal, en la mayoría de los países árabes, Haifa a logrado vivir bien como homosexual en territorio sirio, de la misma manera que los gais en Irak bajo el régimen laico de Sadam Hussein. 

Pero en Bagdad, donde dominan los clérigos que condenan la homosexualidad, rápidamente supo que sería perseguido. En una fotografía de hace unos meses aparece con el pelo largo y una camiseta negra. Ahora lleva el cabello corto bajo una gorra y viste de manera conservadora en un abrigo de lana y camisa. 

"Cuando volví con el pelo hasta los hombros, todos, incluso mi familia, me advirtió que podrían matarme. Abandoné mi casa en Kadhimiya y ahora voy de casa en casa, con miedo a ser asesinado", explica. "Llamaron a mi hermano y dijeron 'mataremos a tu hermano si lo pillamos. Discúlpanos'". Haifa ahora trata de conseguir un pasaporte para huir de Irak y buscar refugio en Jordania, donde espera estar a salvo. 

Noor, un joven gay de 19 años, huyó la semana pasada de Bagdad a Basra (en el sur). "Somos jóvenes y, en todas partes de Irak, deberíamos poder hacer lo que queramos, a escuchar lo que nos guste, a cortarnos el pelo", dice Noor. "No le hacemos daño a nadie. ¿Por qué nos hacen esto?

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