Trasladadas a Bélgica las víctimas del accidente de autobús en Suiza
Los 28 cuerpos salieron hacia Flandes en dos aviones militares belgas El fiscal afirma que el conductor no estaba enfermo ni borracho
Las 28 víctimas del accidente de autobús en Sierre, en el cantón suizo de Valais, han vuelto a casa. Esta mañana, las víctimas han salido con destino a Flandes en dos aviones militares belgas. Fueron despedidos con una discreta ceremonia en el aeropuerto en la que participaron 50 policías suizos. Un adiós escueto, sin dramatismo, práctico y rápido, en la misma línea de la gestión de las autoridades suizas sobre esta tragedia.
Ocho de los 24 niños supervivientes y unos 60 familiares también abandonaron anoche el pueblo. 19 de las 28 víctimas fueron identificadas. Otros nueve cadáveres se encuentran en tan mal estado que será necesario identificarlos mediante pruebas de ADN.El resto de los supervivientes viajarán en el transcurso de los próximos días, según anuncio el portavoz del hospital local, Florance Renggli. Solamente tres mantienen un pronóstico reservado.
Aún se desconocen las causas del siniestro. "No descartamos ninguna hipótesis sobre qué pudo causar el accidente", informó Christian Varone, comandante de la Policía en Sion. Sin embargo, el fiscal Olivier Elsig, dijo esta tarde que el conductor no estaba enfermo ni se le había detectado alcohol en la sangre. "Un análisis no mostró consumo de alcohol en el conductor, tampoco hay elementos que respalden la hipótesis de un problema cardiaco o enfermedad", recogió la agencia France Presse.
Hasta ahora se barajaban tres líneas de investigación: un fallo técnico del vehículo, aunque la compañía Toptours lo considere imposible alegando que el autobús fue matriculado en 2002 y cumplía con las normas de seguridad; un problema de salud repentino del conductor —como un ataque de corazón— y el error humano. Pero el fiscal Elsig considera que después de este análisis, la teoría de que el conductor estaba enfermo como causa del accidente "es cada vez menos creíble".
Hacia esta tercera posibilidad se decanta el periódico Aargauer Zeitung que ayer publicó que los supervivientes interrogados por los investigadores contaban que el conductor estaba empeñado en introducir un DVD o un CD en el dispositivo de reproducción del vehículo. Sin embargo, responsables de Toptours dejaron claro que, en ese modelo de autobús, quien está sentado no tiene visibilidad del conductor, que se encuentra algo más abajo. Los investigadores de Sion no consideran el rumor ni digno de un comentario.
Será difícil averiguar qué pasó sobre aquel autobús, ya que no hay supervivientes en la parte delantera del vehículo. De momento se revisan los vídeos de las cámaras de seguridad que estaban regularmente encendidas bajo el túnel, se esperan los resultados de las autopsias sobre los cuerpos de los dos conductores y se examina el casco del vehículo.
"No parece que superaran los límites de velocidad", comentó un portavoz de la policía Rieder Marcus. Tampoco parece probable que el conductor condujese cansado o se durmiera un instante: a las 21.15, cuando se produjo el impacto, el viaje no había hecho más que empezar. San Luc, la localidad de esquí de donde venían, está a menos de una hora de coche. Tras un sinuoso recorrido por las montañas del cantón de Valais, el autobús había alcanzado el fondo del valle y acababa de incorporarse a la autopista A9.
