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Obama envía un mensaje conciliador a la sociedad iraní

EE UU exige a Teherán que levante el "telón electrónico" sobre Internet Una simulación del Pentágono detalla los riesgos de un ataque de Israel a Irán

Barack Obama durante una visita al Capitolio, el lunes.
Barack Obama durante una visita al Capitolio, el lunes. SAUL LOEB (AFP)

En un momento de máxima tensión entre Washington y Teherán por el programa nuclear del régimen islámico, el presidente norteamericano, Barack Obama, envió ayer a la ciudadanía de Irán un claro mensaje de reconciliación, a través de un comunicado en el que felicitó el Noruz, el año nuevo tradicional persa, y en el que exigió a los gobernantes de ese país que levanten el telón electrónico con el que impiden el libre flujo de información.

"No hay razón por la que Estados Unidos e Irán deban estar separados el uno del otro. Aquí los iraníes estadounidenses prosperan y contribuyen en gran medida a nuestra culturar", dijo el presidente. "Este año, la película iraní Una separación ganó el mayor honor reservado en EE UU a un largometraje extranjero. Nuestros navíos se han enfrentado a la amenaza de la piratería, y los marinos de EE UU han llegado a rescatar a ciudadanos iraníes que habían sido tomados como rehenes".

Junto al mensaje de concordia destinado a la población civil, Obama lanzó también una crítica al Gobierno y los líderes religiosos de Teherán. "El régimen controla ordenadores y teléfonos móviles con la única finalidad de preservar su propio poder. En las pasadas semanas, las restricciones han sido tan severas que los iraníes no pueden comunicarse en libertad", dijo. "A causa de las acciones del régimen, un telón electrónico ha caído alrededor de Irán, una barrera que impide el libre flujo de información y de ideas en el país y le niega al resto del mundo el beneficio de interactuar con la ciudadanía iraní".

Se trata de una clara señal de apoyo de la Casa Blanca a los opositores internos al régimen, en un momento en el que Oriente Próximo vive aún los efectos de la primavera árabe del año pasado. Teherán ha acallado repetidamente diversas protestas ciudadanas, desatadas por la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad en 2009. "Quiero que la ciudadanía iraní sepa que EE UU busca el diálogo, para escuchar sus opiniones y tratar de comprender sus aspiraciones", añadió Obama.

No hay razón por la que Estados Unidos e Irán deban estar separados el uno del otro", dijo Obama en su mensaje.

El presidente también recordó que en diciembre abrió una embajada virtual en Irán -censurada por el Gobierno dentro de sus fronteras- a través de la que los ciudadanos pueden solicitar visados y concertar entrevistas en los consulados de países cercanos como Emiratos Árabes Unidos o Turquía. Washington y Teherán rompieron relaciones tras la crisis de los rehenes de 1979.

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Obama mencionó el programa nuclear de Irán, que ha sido el detonante de recientes amenazas de ataque por parte de Israel, solo de forma tangencial, y sin ni siquiera pedir abiertamente su congelación. "El Gobierno iraní tiene la responsabilidad de respetar los derechos [de su ciudadanía] del mismo modo que tiene que cumplir con sus obligaciones respecto a su programa nuclear", dijo. Lo hizo así porque esos avances nucleares son muy populares entre la ciudadanía de Irán.

Fue un mensaje muy conciliador, después de un mes en el que Obama ha tratado de mantener un complejo equilibrio, respetando la tradicional alianza con Israel y buscando oportunidades para dar con una solución diplomática a la crisis. "No voy de farol, advirtió el presidente a Teherán en una entrevista, el 2 de marzo pasado, en la revista The Atlantic. Tres días después anunció, durante una visita del primer ministro israelí", Benjamín Netanyahu, a la Casa Blanca, que le respaldaría en caso de ataque, aunque pidió que se deje "una oportunidad a la diplomacia".

Ayer además se supo que el Comando Central del Pentágono, que tiene responsabilidades sobre las tropas en Oriente Próximo, había simulado recientemente un escenario de guerra entre Israel e Irán, del que extrajo nefastas conclusiones para EE UU. La guerra se extendería a otros países, Washington se tendría que inmiscuir en ella por necesidad, morirían cientos de soldados norteamericanos e Irán probablemente recurriría a atentados terroristas contra civiles en grandes núcleos de población.

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