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Barack Obama visita la zona desmilitarizada en Corea

El presidente de EE UU dice que es difícil hacerse una idea del líder norcoreano pues "no está claro quién manda en Pyongyang"

Barack Obama y el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.
Barack Obama y el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.SAUL LOEB (AFP)

 En una iniciativa cargada de simbolismo de la Guerra Fría, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha visitado hoy la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte, una de las líneas divisorias más tensas y con mayor despliegue armado del mundo. El objetivo del viaje a la llamada Zona Desmilitarizada (DMZ, en sus siglas en inglés) ha sido mostrar el compromiso de Washington con su aliado Seúl y lanzar un claro mensaje de fuerza a Kim Jong-un, el nuevo líder norcoreano, en vísperas de la cumbre de seguridad nuclear que se celebra el lunes y el martes en la capital surcoreana.

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“Muchachos, vosotros estáis en la frontera de la libertad. El contraste entre Corea del Sur y Corea del Norte no podría ser más claro, no podría ser más crudo, tanto en libertad como en prosperidad”, ha dicho Obama a medio centenar de soldados en el campamento Bonifas, justo fuera de la Zona Desmilitarizada, una franja de terreno de unos cuatro kilómetros de ancho que cruza la península coreana de este a oeste a lo largo del paralelo 38.

Luego ha entrado en la tierra de nadie y ha visitado un puesto donde los soldados surcoreanos montan guardia apenas a 100 metros de la línea de demarcación que separa los dos países, informa Associated Press. Protegido tras un cristal blindado, el presidente estadounidense ha inspeccionado con unos binoculares la frontera que parte las dos coreas desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). Ha permanecido alrededor de 10 minutos. En el lado norcoreano, una bandera ondeaba a medio mástil, en señal de duelo por la muerte del anterior líder y padre del actual mandatario, Kim Jong-il, de la cual se han cumplido hoy 100 días, una fecha muy significativa en la cultura asiática.

La visita de Obama a la DMZ es la cuarta de un presidente estadounidense, tras las de Ronald Reagan, Bill Clinton y George W. Bush. Cientos de miles de soldados están acuartelados en ambos lados de la frontera, listos para intervenir en cualquier momento. Estados Unidos tiene 28.500 soldados en Corea del Sur. La guerra de Corea acabó con un alto el fuego que nunca se convirtió en tratado de paz definitivo.

El viaje de Obama se produce en medio de la inquietud que ha levantado el anuncio de Pyongyang de que a mediados de abril lanzará un cohete para poner en órbita un satélite. Estados Unidos, Corea del Sur y otros países consideran que en realidad se trata de la prueba de un misil de largo alcance y una violación de las resoluciones de la ONU.

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El acuerdo alcanzado el mes pasado, por el cual Corea del Norte iba a congelar parcialmente su programa nuclear y sus ensayos de misiles a cambio de ayuda, provocó algunas esperanzas sobre la posible suavización de las tensiones. Pero menos de tres semanas después, Pyongyang anunció el lanzamiento entre el 14 y el 16 de abril de un satélite, que, según Estados Unidos, rompe el pacto de febrero y las resoluciones de la ONU. El Norte dice que hay docenas de lanzamientos de satélites pacíficos en el mundo cada año y que cualquier intento de bloquear el suyo será respondido con “contramedidas” que no ha especificado. Insiste en que su plan no incumple el trato con Estados Unidos.

El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha asegurado tras entrevistarse con Obama que ambos han acordado que cualquier “provocación” norcoreana recibirá una firme respuesta. En la misma rueda de prena, el presidente de Estados Unidos dijo que es difícil hacerse una idea del nuevo líder de Corea del Norte porque no está claro quién manda en Pyongyang.

El objetivo de la cumbre de seguridad nuclear, que reúne a medio centenar de líderes mundiales, entre ellos, Obama y el presidente chino, Hu Jintao, es minimizar la amenaza de un ataque atómico terrorista, evitando entre otros que material nuclear caiga en poder de estados o grupos que puedan utilizarlo como arma de destrucción masiva. El cónclave fue creado por Obama en 2010, pero su avance ha sido desigual. El presidente estadounidense fijó entonces como objetivo tener bajo control absoluto todo el material nuclear vulnerable para 2014. En esta edición, no se prevé que se logren grandes hitos.

Ni Corea del Norte ni Irán participan en la reunión. Tampoco están en la agenda oficial, pero serán seguramente el principal objetivo de los encuentros bilaterales que mantendrá Obama con otros dirigentes. Corea del Norte es considerado el principal sospechoso en la proliferación de tecnología nuclear y de misiles que podrían ser utilizados para transportar armas de gran potencia destructiva. Pyongyang levó a cabo sendos ensayos nucleares en 2006 y 2009. Estados Unidos y otros países sospechan que el programa atómico de Irán podría ser utilizado para fabricar una bomba.

Obama planea pedir a los líderes de China y Rusia que presionen a Pyongyang para que no lleve a cabo el lanzamiento del cohete. Pero la maniobra ha sido planificada para coincidir con el 100 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte y abuelo de Kim Jong-un, por lo que una suspensión podría ser percibida como un signo de debilidad del nuevo líder. La agencia surcoreana Yonhap ha asegurado hoy que el principal elemento de un cohete de largo alcance ha sido llevado al lugar de lanzamiento en la noroeste del país.

La visita de Obama a la Zona Desmilitarizada ha coincidido con el final de los 100 días de duelo decretados en el Norte por la muerte el pasado 17 de diciembre de Kim Jong-il de un infarto. Decenas de miles de personas han acudido a la plaza Kim Il-sung para conmemorar el momento.

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