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Cerca de 600.000 fieles despiden al Papa en México

Una misa al aire libre a la que acuden los tres principales candidatos presidenciales cierra la visita oficial del pontífice

El papa llega a Silao, Guanajuato (México).
El papa llega a Silao, Guanajuato (México).HECTOR GUERRERO (AFP)

Más de 600.000 personas se reunieron en la mañana de hoy en el Parque Bicentenario de Silao (Estado de Guanajuato) para asistir a la misa al aire libre oficiada por el Papa Benedicto XVI en el último acto oficial de su visita de tres días a México antes de viajar mañana a Cuba. Los tres candidatos presidenciales –Enrique Peña Nieto, del PRI; Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN), en el poder, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD (izquierda)- estuvieron presentes –lo que constituye un hecho sin precedentes- en la celebración de la eucaristía así como otras personalidades de la política mexicana.

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En la homilía, el Papa llamó a los mexicanos a renovar su “esperanza” en Cristo porque en los momentos de dolor y dificultad por los que atraviesa en la actualidad este país “no bastarán las estrategias humanas”. Apeló también a la “necesidad de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio” y resistir “la tentación de una fe superficial y rutinaria, a veces fragmentada e incoherente”, cuando la Iglesia católica mexicana y latinoamericana en general se enfrenta a la creciente competencia de los movimientos evangélicos.

Benedicto XVI sobrevoló en helicóptero el santuario de Cristo Rey en el cerro del Cubilete –la segunda imagen más grande del mundo tras el Cristo de Corcovado de Río de Janeiro- antes de trasladarse en papamóvil al Parque Bicentenario donde miles de fieles de Guanajuato y llegados de otros Estados le esperaban. Muchos de ellos pasaron la noche allí para asegurarse un lugar en la gigantesca explanada donde se celebró la misa. En el trayecto al altar el Papa se colocó un sombrero de charro negro con bordados blancos.

Pese al éxito de este acto de masas y de que la multitud le gritara durante su estancia en este país “¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”, la popularidad de Joseph Ratzinger sigue siendo mucho menor que la de Juan Pablo II y su visita ha defraudado a muchos. El Papa no ha recibido a las víctimas de los abusos sexuales a menores cometidos por el líder de los legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, lo que sí hizo en sus giras por otros países en años anteriores, ni a las del narcotráfico más allá de los ocho familiares con los que se encontró tras entrevistarse con el presidente Felipe Calderón la tarde del sábado.

El momento de la visita cuando está a punto de comenzar oficialmente la campaña electoral para las presidenciales del próximo 1 de julio también ha suscitado controversia por su trasfondo político. Actualmente está abierto un debate parlamentario sobre la laicidad del Estado con la Iglesia presionando a favor de la libertad religiosa y el Papa ha limitado su estancia al Estado de Guanajuato, donde el PAN gobierna desde 1991. Más allá de su posible influencia en las elecciones, el primer viaje de Benedicto XVI ha supuesto un espaldarazo al presidente Calderón.

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