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Lula anuncia su regreso a la política tras vencer al cáncer

Los médicos confirman la total desaparición del tumor que le había sido detectado en la laringe

Juan Arias

La noticia de que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva está curado de su cáncer de laringe y el anuncio hecho por él mismo en un vídeo, aún con su voz ronca, de que está listo para volver a la política fue reproducido anoche por los medios en todo el país como si se tratara aún de un jefe de Estado.

El guerrero Lula, el intrépido exsindicalista estaba como un niño pequeño, esparciendo felicidad y llamando a amigos y políticos desde la sede de su fundación, el Instituto de la Ciudadanía. Primero telefoneó a la presidenta Dilma Rousseff, que se encuentra en India para asistir a la cumbre de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Los médicos del Hospital Sirio Libanés de Sâo Paulo, anunciaron oficialmente que tras los últimos análisis practicados el cáncer de laringe de Lula había desaparecido “al 100%”.

“Vuelvo a la política”, dijo Lula en el vídeo, “porque Brasil necesita seguir creciendo, desarrollándose, generando empleo y distribución de renta y mejorar a esos millones de brasileños que llegaron a la clase media y no quieren volver atrás o de los que aún sueñan con llegar a ella ”.

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Reconoció sin embargo que vuelve a la vida política “más maduro y prudente” y que va a cuidar también de su salud. Volviendo a Brasil, su obsesión de siempre, Lula añadió: “Soy una persona que cree en Brasil como jamás pensé creer. No hay país en el mundo más preparado a crecer y vencer como Brasil”.

Para Lula, la noticia de que alguien ha vencido un cáncer “es lo más importante que le puede pasar a un ser humano después de haber pasado cinco años luchando contra él”.

En efecto, los médicos, para evitar operar el cáncer de laringe de Lula, lo que hubiese significado dejar sin voz al gran “vocero político del país”, lo sometieron a cinco meses durísimos de quimioterapia y radioterapia, que le hicieron perder 18 kilos y quedar muy debilitado. A pesar de ello, Lula aún habla mal y necesita continuar con ejercicios para recuperar del todo su voz.

Los médicos han confirmado que a pesar de que “los exámenes muestran la ausencia del tumor visible, revelando apenas un leve proceso inflamatorio en las áreas sometidas a la quimio”, tendrá que seguirse sometiendo a exámenes periódicos cada tres mes y que solo después de cinco años existirá la certeza absoluta de su total curación.

En el mejor estilo brasileño, Lula dio ayer repetidas gracias a Dios en público por su curación. “Las oraciones, la fe, la solidaridad es algo que no tiene precio y las personas no consiguen imaginarlo”, dijo con visible emoción.

También en el mejor estilo brasileño de confraternización, 48 horas antes del anuncio de su curación, se presentó en el hospital, a visitar y dar un abrazo a su eterno adversario político, su antecesor en la presidencia, Fernando Henrique Cardoso. “Vine a dar un abrazo al viejo amigo no al adversario político”, dijo Cardoso, reconocido por su elegante y caballeresco estilo de político dialogante.

Hoy un editorial del diario O Globo subraya la visita de Cardoso a Lula se lee: “Cuando la divergencia de ideas y proyectos dejan de generar odios e intolerancias de todo tipo, se fortalecen las instituciones democráticas”. Nada más cierto.

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