Bruselas rechaza la idea sobre Schengen de París y Berlín

Negativa europea a someter la libre circulación de personas y mercancías en el espacio Schengen a las pretensiones del presidente saliente de Francia, Nicolas Sarkozy, a pesar del apoyo de Alemania. La Comisión Europea rechazó este viernes la propuesta de París y Berlín de convertir el cierre de fronteras, un mecanismo excepcional con las reglas actuales, en una prerrogativa de los Gobiernos europeos relativamente fácil de activar y en la que Bruselas tenga poco o nada que decir.

En privado, fuentes de Bruselas consideran que se trata de una medida de “un marcado carácter electoralista”, ante la cercanía de las presidenciales francesas y la necesidad de Sarkozy de hacer un guiño a los votantes de la ultraderechista Marine Le Pen. En privado, esa propuesta “no va a salir adelante de ninguna manera”, porque necesitaría de una mayoría cualificada y los socios europeos no están por la labor, según las mismas fuentes. Pero la habitual tibieza de la instituciones europeas no impidió que se aireara en público el enfrentamiento de la Comisión Europea con la pretensión de París y Berlín: “Necesitamos un Schengen que sea más europeo”, advirtió ayer el portavoz comunitario de Interior, Michele Cercone, en una carga de profundidad contra el cariz que han tomado los objetivos de los dos grandes países de Europa.

La Comisión se revuelve así contra la carta de los ministros de Interior francés y alemán sobre la suspensión del espacio Schengen —que regula la Europa sin fronteras— en casos de amenazas sobre la seguridad y el orden público.