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OBITUARIO

Stanley Resor, secretario del Ejército de EE UU durante los años de Vietnam

Combatió la segregación racial en la armada y nombró a dos mujeres para la cúpula militar

El exsecretario del Ejército de EE UU Stanley Resor.
El exsecretario del Ejército de EE UU Stanley Resor.AP

Supervisó el mayor incremento de soldados norteamericanos en la guerra de Vietnam, combatió la segregación contra los soldados negros, nombró a las dos primeras mujeres generales en la historia del Ejército de Tierra e investigó la masacre de My Lai, en la que soldados americanos mataron a entre 347 y 507 civiles. El servicio de Stanley R. Resor, secretario del Ejército de EE UU entre 1965 y 1971, se recuerda tras su muerte como uno de los más intensos en la historia del Pentágono. Falleció el martes en Washington, a los 94 años, a causa de un fallo renal, según dijo su familia.

Resor (Nueva York, 1917) se graduó en Derecho por la Universidad de Yale y sirvió en la II Guerra Mundial, donde logró altos honores —la medalla de plata, la medalla de bronce y el Corazón Púr-pura— por su servicio. Al regresar a EE UU, veterano de guerra, ingresó en el bufete de abogados Debevoise, Plimpton, Lyons & Gates, en el que se especializó en Legislación Empresarial. En 1965, el presidente Lyndon B. Johnson le eligió para ser secretario del Ejército, el puesto civil de mayor rango en esa rama de las Fuerzas Armadas.

Bajo su supervisión, el número de soldados en Vietnam ascendió desde 961.000 a 1,5 millones en el punto álgido de 1969. Paralelamente, Resor avanzó lo que se conocía como vietnamización, el entrenamiento de comandos aliados en Vietnam del Sur para que fueran ellos la avanzadilla que librara la guerra contra las fuerzas comunistas del norte.

La masacre de My Lai

En el marco de aquella impopular guerra, en 1968, se produjo la masacre de My Lai, de la que Resor ordenó una investigación exhaustiva. A pesar de que recibió 20.000 páginas, y abundante información sobre los implicados, solo uno fue condenado, el teniente William Calley, que finalmente sería perdonado en 1974. Una de las mayores masacres de las Fuerzas Armadas norteamericanas quedaba así impune.

En 1970 Resor dio un pequeño paso dentro del Ejército y protagonizó un gran avance para el género femenino en el campo militar: eligió a dos mujeres, las coroneles Elisabeth Hoisington y Anna Mae Hays, para cubrir dos puestos de general. Era la primera vez que algo así sucedía en 196 años de historia de esa fuerza de infantería. “Son las primeras damas del Ejército”, dijo Resor.

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Al año siguiente creó un departamento para que supervisara la concesión de viviendas a soldados en bases militares, después de recibir quejas de que algunos caseros alemanes discriminaban a las tropas afroamericanas. Resor impuso que fuera una agencia del Ejército norteamericano la que gestionara las búsquedas de vivienda, para evitar trato denigrante a causa del color de piel. “Las viviendas deben estar abiertas a todos los soldados, o a ninguno”, dijo entonces.

En aquellos años había servicio militar obligatorio, pero bajo el mandato de Johnson, primero, y Richard Nixon, después, Resor comenzó a sentar los cimientos para que el Ejército funcionara exclusivamente con oficiales y suboficiales que ingresaran a filas de forma voluntaria, un cambio que culminó en 1973, dos años después de su marcha del Pentágono. Al abandonar su puesto, Resor advirtió contra una permanencia a largo plazo de EE UU en Vietnam, “por el riesgo de aislar a la nación en el plano internacional”.

Posteriormente, fue embajador de EE UU en las negociaciones entre la Alianza Atlántica y el Pacto de Varsovia para la reducción de tropas en Europa, y sirvió en la cúpula del Departamento de Defensa entre 1978 y 1979, bajo el presidente Jimmy Carter. En sus últimos años fue uno de los mayores abogados de la causa del desarme nuclear de EE UU, y de una coexistencia pacífica con Rusia, oponiéndose a las sucesivas expansiones de la OTAN.

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