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Dimite un asesor homosexual de Romney tras dos semanas de ejercer el cargo

Los conservadores criticaron su nombramiento como un rechazo a todos los grupos profamilia

Yolanda Monge
Richard Grenell en una imagen de 2006.
Richard Grenell en una imagen de 2006. STEPHEN HILGER (BLOOMBERG NEWS)

El mes pasado, Richard Grenell se convertía en el primer portavoz abiertamente gay que formaba parte de una campaña presidencial. Ayer martes, Grenell consiguió un nuevo hito: se convirtió en el primer portavoz abiertamente gay que abandonaba su cargo a sólo dos semanas de ejercerlo. Oficialmente, Grenell alega como motivos para presentar su dimisión el hecho de que su “capacidad para hablar clara y firmemente sobre estos asuntos [el fracaso y el débil liderazgo de la política exterior de Barack Obama] se ha visto enormemente disminuida por la discusión hiperpartidista de asuntos personales que a veces surgen en una campaña presidencial”.

Oficiosamente, Grenell -portavoz de política exterior del candidato republicano Mitt Romney- ha sido víctima del poder que el ala más conservadora del partido ha ejercido sobre el casi seguro candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre y su abandono pone una vez más de manifiesto el equilibrio –difícil- que Romney va a tener que mantener entre su tendencia a ser un moderado centrista y mantener contentas a las bases más reaccionarias del partido –así como a uno de los grupos gays más influyentes, el Log Cabin Republicans-.

Nada más conocerse el nombramiento, la American Family Association, con su líder a la cabeza, Bryan Fischer, dejó claro en Twitter: “Romney elige alto y claro a un gay como portavoz. Si la elección del personal indica una tendencia, entonces su mensaje a la comunidad profamilia es claro: moriros”. El propio Grenell tuvo que borrar de su cuenta en Twitter algunos mensajes que había escrito porque había atacado a algunos personajes públicos en EE UU al hacer comentarios despectivos sobre ellos. Comenzaba la limpieza de imagen.

Grenell puntualiza en su nota de dimisión y despedida su agradecimiento a Romney por la confianza depositada en él y por su “claro mensaje de que ser abiertamente homosexual nunca fue un problema para él o su equipo”.

Curiosamente, Grenell es un hombre muy cercano al grupo más conservador del partido. No en vano ha servido ocho años como director de comunicación de cuatro diferentes embajadores de EE UU ante Naciones Unidas, uno de ellos John Bolton, halcón entre los halcones de la derecha del partido.

El grupo de defensa de los derechos gais Log Cabin Republicans hizo un comunicado en el que dice que Grenell fue puesto a los pies de los caballos “tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda”.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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