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Un activista contra el ‘hijo único’

Tres horas antes de ser juzgado hace años, sus abogados fueron detenidos y le impusieron uno de oficio. En dos horas fue declarado culpable

Chen Guangcheng, de 40 años, se quedó ciego en la niñez y no pudo acudir a la escuela.

Le llaman el abogado porque siempre le gustó mediar en las disputas entre los campesinos y apoyar a los que sufrían abusos de las autoridades.

En 2005 denuncia que las autoridades de su provincia natal de Shandong realizaban esterilizaciones y abortos forzosos para cumplir la política de una familia, un hijo.

Tras varios meses de arresto domiciliario, es procesado por “obstruir el tráfico” e “incitar a la destrucción de la propiedad”. Tres horas antes del juicio, sus abogados son detenidos y le ponen uno de oficio. En dos horas es declarado culpable.

Pasa cuatro años en prisión, hasta septiembre de 2010. Aunque oficialmente está en libertad, las autoridades de Shandong le recluyen en una aldea, en una casa de altas tapias y con agentes que impiden su salida o el acceso a los visitantes.

Tras meses fingiéndose enfermo, el 22 de abril huye durante la noche, saltando las tapias mientras los guardias dormían.

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