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Londoño, el brazo de hierro de Uribe

El exministro, que se encuentra fuera de peligro, es un firme defensor de la dureza del expresidente Uribe contra la guerrilla y criticaba la política de seguridad del presidente Santos

El exministro Londoño, junto a dos guardaespaldas. / F. BUILES (REUTERS)

Fernando Londoño, herido en un atentado con bomba en el centro de Bogotá el martes pasado, es un político conocido en Colombia por sus posiciones derechistas. Fue ministro de Interior y Justicia del presidente Álvaro Uribe entre 2002 y 2004. La presidencia de Uribe estuvo marcada precisamente con el enfrentamiento abierto y sin ambages contra la violencia en el país, especialmente de la guerrilla de las FARC, y Londoño fue el hombre elegido para estar en primera línea del Gobierno en esa política de dureza frente al crimen que ha sido el legado de la presidencia de Uribe.

Las causas y la autoría del atentado siguen siendo desconocidas en Colombia un día después. En el atentado fallecieron dos escoltas de Londoño y resultaron heridas 54 personas. Según los primeros datos, el terrorista se hizo pasar por vendedor ambulante para acercarse al coche blindado de Londoño. Le pegó una bomba a la carrocería y salió corriendo justo antes de que explotara. El método de la bomba lapa no se había utilizado antes en Colombia. Poco antes, la policía había desactivado un coche bomba en otro punto de la ciudad.

“La herida más profunda la llevo en el alma”, dijo el exministro. Londoño, de 68 años y profundas convicciones religiosas, es abogado y economista de formación. Tras abandonar el Gobierno, se mantiene en la vida pública a través de los medios de comunicación, dirigiendo un programa de opinión en la emisora Radio Súper, La hora de la verdad, y con una columna de opinión periódica en el diario El Tiempo.

En ese diario, Efraín Cepeda, presidente del Directorio Nacional Conservador de Colombia, describe este miércoles a Londoño como una “persona de profundas convicciones, que defiende los temas de seguridad nacional a capa y espada”. El exministro destacó en sus años en primera línea por una reconocida capacidad dialéctica, a veces en exceso agresiva, con la que defendía ante el Legislativo y ante la opinión pública las posiciones más duras de la Administración Uribe en materia de seguridad interior y defensa.

Londoño está inhabilitado para ejercer cargos públicos por dos sentencias distintas, una que lo condenó a 15 años de inhabilitación y otra de 12, por casos relacionados con tráfico de influencias.

Desde sus actuales tribunas mediáticas, Londoño suele criticar la política en estos temas del actual presidente y sucesor de Uribe, Juan Manuel Santos. El presidente es objeto de crítica constante incluso por el propio expresidente Uribe, apoyado por una serie de cargos públicos, sectores de la sociedad colombiana, y parte del Ejército, que opina que Santos ha relajado significativamente la dureza de la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico por parte del anterior Gobierno, que no dudó en emplear al Ejército y admitir ayuda estadounidense en su territorio para estos fines.

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Aunque la policía atribuyó el atentado en primer momento a las FARC, los políticos colombianos aún no han corroborado esa versión. Santos dijo que no se han hallado pruebas aún de relación entre el coche bomba desactivado y el atentado contra el exministro. El presidente ofreció una recompensa de 500 millones de pesos (unos 282.230 dólares) por información que pueda dar con los responsables.

El fiscal general, Eduardo Montealegre, optó por tratar el asunto con prudencia. "Contamos ya con serios elementos de juicio para determinar cómo fue el modus operandi (...) que va a quedar bajo reserva", dijo, citado por Efe.

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