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La victoria de Nikolic pone nubarrones al gris horizonte europeo de Serbia

El nacionalista genera incertidumbre en las aspiraciones de adhesión a la UE La clave del nuevo Ejecutivo está en manos de los socialistas de Ivico Dacic

El presidente electo serbio, Tomislav Nikolic, habla con la prensa el domingo 20 de mayo.
El presidente electo serbio, Tomislav Nikolic, habla con la prensa el domingo 20 de mayo.ANDREJ CUKIC (EFE)

La inesperada victoria del antiguo nacionalista Tomislav Nikolic, que se proclama ahora proeuropeo, ha provocado un “cataclismo” político a la hora de formar una coalición gubernamental y ha generado también una incertidumbre en las aspiraciones europeas de Serbia a adherirse a la Unión Europea. “Este triunfo ha causado un cataclismo; todas las opciones para constituir un Gobierno están ahora sobre la mesa”, señala el analista Slobodan Antonic, quien confiesa haberse sorprendido por la derrota del reformista del Partido Democrático (PD), Boris Tadic.

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“Tadic tomó una serie de medidas anticonstitucionales como promulgar unas leyes sobre los partidos políticos y los medios de comunicación que ha pagado al final”, explica el politólogo Dusan Janjic. Ni el éxito de haber logrado en marzo el estatuto de candidato a la UE ni el anuncio del fabricante de automóviles italiano Fiat de realizar una inversión récord en el país balcánico de mil millones de euros resultaron suficientes para revertir la salida del mandatario de su cargo que ocupaba desde 2004.

En la primera vuelta, celebrada el pasado 6 de mayo, el SNS de Nikolic obtuvo 73 escaños (de 250), mientras que el PD consiguió 67. Sin embargo, la clave del nuevo Ejecutivo está en manos de los socialistas liderados por Ivico Dacic, ex portavoz de Slobodan Milosevic y ministro del Interior saliente en coalición con el PD de Tadic.

“El resultado de los comicios establece una nueva situación política y, sin duda alguna, todo será mucho más complicado. La cuestión es a quién entregará el mandato el presidente para crear el nuevo Gobierno”, precisó Dacic, después de ratificarse la victoria del conservador Nikolic. Algunos miembros de la coalición gubernamental ya salieron a la palestra declarando que el Partido Socialista de Serbia (SPS), que cuenta con 44 asientos, seguirá negociando con los demócratas.

La victoria de Nikolic supone “un duro golpe” para la estrategia política de la UE en la región, según los socialistas europeos
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Por su parte, el economista Vladimir Gligorov cree que se puede precipitar la convocatoria de unas elecciones parlamentarias: “Se puede sellar una alianza entre los demócratas y los socialistas, pero dudo que sobreviva a una cohabitación con Nikolic como jefe de Estado”.

“Espero que Nikolic consiga que el partido ganador constituya un Gobierno. Si falla, se llamará al segundo y, si fracasa, al tercero; y en el caso de que no se logre con ninguna, se convocarán elecciones legislativas anticipadas”, ha precisado Velimir Ilic, dirigente de Nueva Serbia (NS), partido aliado de preelectoral de Nikolic.

Tras tres intentos infructuosos -2000, 2004 y 2008-, el recién elegido presidente se presentaba con una cara más humana a sabiendas de que su única opción para alcanzar el poder pasaba por apoyar el ingreso a la Gran Familia, pese a haber defendido durante mucho tiempo la “Gran Serbia”. En los noventa, durante las guerras, Nikolic ostentaba el liderazgo del Partido Radical (SRS), que presentaba una línea más dura que la del socialista Milosevic. Apodado el sepulturero por haber sido responsable de un cementerio, el nacionalista se mostró fiel a las ideas de Vojislav Seselj, presidente del SRS y, actualmente, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. Su transformación comenzó en 2000, con la caída de Milosevic, y en 2003, con la detención de Seselj. Llegó a perder dos elecciones ante Tadic con el SRS, al que dejó en 2008 para fundar el SNS, con el que ha llegado al poder tras utilizar un lenguaje más moderado y al mostrarse cercano a Bruselas.

Su afinidad por Rusia, a la que presentó como una alternativa a la UE, y su rechazo a acudir al lugar de la masacre de Srebrenica, puede convulsionar los Balcanes. El presidente del grupo socialista del Parlamento europeo, ha afirmado que la victoria de Nikolic supone “un duro golpe” para la estrategia política de la UE en la región.

“Quiero ser presidente de todos los ciudadanos, por lo que cooperaré con todo el mundo”, indicó Nikolic tras su victoria en un guiño hacia los votantes que eligieron a su rival. Asimismo, se refirió a los serbios que residen en Kosovo, región que se proclamó independiente en 2008: “Serbia no se desviará de la vía europea pero tampoco abandonará Kosovo.” Bruselas subraya que Serbia debe demostrar su compromiso con un espíritu reconciliador y de cooperación en los Balcanes.

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