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El ministro de Defensa de Israel da por muerto el proceso de paz con Palestina

El Gobierno de Netanyahu entrega los cadáveres de 91 palestinos

Las decenas de cadáveres de milicianos devueltos, en Ramala.
Las decenas de cadáveres de milicianos devueltos, en Ramala.DARREN WHITESIDE (REUTERS)

Las palabras que Ehud Barak pronunció el miércoles cayeron como una losa en la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu. La víspera de la prevista entrega de 91 cadáveres a la Autoridad Palestina (AP), a modo de gesto para promover una nueva ronda de negociaciones, el titular de Defensa israelí enturbiaba el clima político al anunciar que Israel podría optar por una retirada unilateral de Cisjordania —similar a la realizada en agosto de 2005 de la franja de Gaza— en caso de que las negociaciones con la AP no conduzcan a un acuerdo de paz permanente. La propuesta del ministro de Defensa fue desautorizada por el viceprimer ministro, Moshe Yaalon, quien aseguró que la propuesta de Barak resultaría contraproducente desde un punto de vista político.

Varios altos funcionarios palestinos arremetieron contra el exdirigente laborista y actual líder del partido Atzmautz, que fue el artífice de la retirada unilateral del sur de Líbano en 2000 cuando era primer ministro. El portavoz de la presidencia, Nabil Abu Rudeina, calificó de “inaceptable” la hipótesis, argumentando que enquistaría más el conflicto y finiquitaría la ya de por sí maltrecha solución de dos Estados, al hacer inviable el palestino.

Según el plan de Barak, Israel solo se retiraría de las áreas A y B de Cisjordania, anexionándose el 10% de su lado occidental —en el que penetra el llamado muro de separación—, y otro 30% del lado oriental, donde está el valle del Jordán.

Mientras tanto, la AP, con su presidente, Mahmud Abbas, a la cabeza, recibía con todos los honores los restos de 91 muyahidines (combatientes) caídos en acciones guerrilleras y atentados terroristas desde 1967. Los féretros, envueltos en la bandera palestina, fueron recibidos en la Muqata de Ramala con salvas al aire de la guardia presidencial.

Este gesto, calificado “de buena voluntad” por el portavoz de la oficina del primer ministro, Ofir Gendelman, fue criticado por las asociaciones de víctimas del terrorismo, para las cuales se trata de “meros terroristas”. Sin embargo, desde el entorno de Netanyahu se cree que la entrega puede ayudar a crear un nuevo clima de entendimiento con la AP, gestionada por un Ejecutivo interino, y pendiente la formación de un nuevo Gobierno de unidad nacional.

Entre los cadáveres entregados se encuentran los de autores de atentados como el perpetrado por un comando de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) contra el Hotel Savoy de Tel Aviv en 1975. Pero además de responsables de ataques “históricos”, en la entrega de ayer también había restos de terroristas suicidas recientes, como los del kamikaze Heba Daragme, que se inmoló en 2003 en un centro comercial de Afula (norte) en una acción que causó varias muertes.

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