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Putin lucha en Berlín para frenar una crisis que también amenaza a Rusia

El presidente ruso inicia una gira europea por Bielorrusia, Alemania y Francia La crisis europea ha hecho disminuir el precio de los hidrocarburos que Rusia exporta a la UE

Pilar Bonet
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hoy en San Petersburgo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hoy en San Petersburgo.KIRILL KUDRYAVTSEV (AFP)

Para luchar contra la crisis, Vladímir Putin prima la integración con sus aliados de la ex Unión Soviética, pero hoy por hoy los principales intereses económicos de Rusia están en la Unión Europea (UE). Así lo evidencia el primer periplo internacional de Putin en su condición de presidente. El viaje se inició el jueves por la noche en Minsk, la capital de Bielorrusia, y ha seguido el viernes en Berlín y París. La gira supone una toma de contacto del líder con los intereses políticos y económicos de su país y transcurre en vísperas de la cumbre entre Rusia y la UE, que se celebrará el 3 y el 4 de junio en San Petersburgo.

En la capital alemana, Putin recordó que más del 50% del comercio exterior de Rusia es con la UE, por lo que Moscú está muy interesada en la estabilidad en la zona del euro “lo más deprisa posible”. El dirigente subrayó que “el 40% de las reservas de Rusia, las terceras del mundo, están en euros” y que “una importante parte” de las mismas son en obligaciones estatales alemanas. Putin se negó, sin embargo, a tomar partido en los debates internos entre Alemania y Francia, en concreto la emisión de eurobonos, por desconocer, según dijo, quién sería el emisor y las condiciones de emisión. “Partimos del supuesto de que se elegirá el camino óptimo para resolver el problema”, señaló.

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La integración de los países postsoviéticos constituye una prioridad en la política de Putin, según uno de los decretos que promulgó el 7 de mayo, el día que tomó posesión de su cargo. El marco más amplio de las alianzas y asociaciones postsoviéticas existentes hoy en día es la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que abarca a 11 de los 15 Estados surgidos de la URSS. Dentro de la CEI, las entidades más reducidas son la Unión Aduanera y el Espacio Económico Común (Rusia con Bielorrusia y Kazajistán). Con Bielorrusia, Rusia tiene una alianza militar, además de tropas y defensas antiaéreas comunes y un proyecto oficial de Estado único que no se consuma en la práctica. El autoritario Alexandr Lukashenko, que se las ha arreglado para mantenerse en el poder en Bielorrusia desde 1994, apoyó en Minsk los planes integradores de Putin, que en última instancia suponen una “integración de las integraciones” con el ambicioso objetivo de abarcar toda Europa, desde Lisboa a Vadivostok, en una superestructura única.

Una cosa son los proyectos y otras las realidades. Mientras el comercio exterior de Rusia con Bielorrusia superó los 39.000 millones de dólares en 2011, según Lukashenko, el volumen comercial de Rusia con Alemania fue de 71.900 millones de dólares, según dijo Putin en Berlín. La crisis económica europea está afectando a Rusia por cuanto ha hecho disminuir el precio de los hidrocarburos, que constituyen el grueso de las exportaciones del país, siendo la UE su principal mercado.

El dirigente subrayó que
“el 40% de las reservas
de Rusia están en euros”
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El precio del brent, la modalidad de crudo exportada por Rusia, se colocó el viernes a 99,82 dólares por barril, por debajo de la barrera psicológica de los 100 dólares por barril. El presupuesto estatal ruso de 2012 fue cuadrado con el cálculo de un precio medio de 117 dólares por barril (contando con efectuar transferencias al fondo de reserva) y con el cálculo de 93 dólares por barril (sin efectuar transferencias al fondo de reserva). Una media anual de 110 dólares por barril supondría que el fondo de reserva de Rusia deja de recibir 300.000 millones de rublos (más de 8.800 millones de dólares al cambio actual).

El rublo continuó descendiendo y batiendo récords frente al dólar, que se cotizó ayer oficialmente a 33,7384 rublos, cambio que no se había registrado desde abril de 2009. Tan solo en mayo el rublo perdió un 15% frente al dólar. La moneda europea, a su vez, se cotizó a 41,68, el cambio más alto en lo que va de año y se colocó al nivel del cambio existente en noviembre-diciembre de 2011. Los analistas afirman que si la tendencia se mantiene pueden producirse subidas de precios en Rusia, donde la inflación puede rondar este año el 6%. A la subida de la inflación puede contribuir también el aumento de las tarifas, que debido a las elecciones presidenciales fue retrasado hasta primero de julio, en contra de la práctica de incrementarlas a primero de enero. El ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, sin embargo, se muestra tranquilo y asegura que de momento el rublo no supera las oscilaciones previstas por el Banco Central.

En Berlín, en una rueda de prensa conjunta con la canciller Ángela Merkel, Putin se refirió al gaseoducto del Norte (entre Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico), como un proyecto “internacional” y afirmó que la dependencia energética de Europa respecto a Rusia es “interdependencia”, que se traduce en un “aumento de la estabilidad”.

La integración de los países postsoviéticos constituye una prioridad en la política de Putin

Antes, en Minsk, Putin prometió a Lukashenko el tercer tramo de un crédito concedido por el fondo anticrisis del Espacio Económico Euroasiático (EvrazES) y el inicio de conversaciones sobre un cuarto tramo. En junio de 2011, esta entidad (una de las organizaciones de integración postsoviéticas) concedió a Bielorrusia un crédito estabilizador de 3.000 millones de dólares para el periodo 2011-2013. Minsk ya recibió dos tramos de 1,24 millones de dólares cada uno. El tercer tramo es de 440 millones de dólares. Putin dijo que Rusia había ayudado a la economía bielorrusa con 5.000 millones de dólares y recordó que había reducido el precio del gas de 286 dólares por mil metros cúbicos en 2011 a 165 dólares en 2012 respectivamente. La constatación de la rebaja parece dirigida a Ucrania, país que Putin quisiera captar en sus estructuras integradoras. Kiev no ha conseguido ninguna rebaja de los precios del gas de los contratos que firmara en su día la exjefa de Gobierno Yulia Timoshenko y paga su gas más caro que otros países europeos.

La industria bielorrusa se beneficia enormemente de la unión aduanera, ya que sus tractores y maquinaria agrícola resultan más baratos que los occidentales y mejores que los chinos en el mercado ruso y de Kazajistán. Rusia, por otra parte, construirá también la primera central nuclear de Bielorrusia. En Minsk, ambas partes llegaron a un acuerdo para financiar la primera etapa de la construcción de esta central que pretende ser la más moderna de Europa, por una cuantía de 204 millones de dólares (de un total de 285 millones).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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